Concha Rodríguez lleva más de treinta años al frente de la farmacia Rodríguez Maimón ubicada en el centro histórico de La Rioja. Con ella son ya tres generaciones las que regentan la antigua botica.
La familia de Concha ha sabido conservar la apariencia tradicional de estantes de madera con elementos novedosos como una renovación que se realizó para ampliar el espacio y poder incorporar nuevos servicios. Según Concha, esta es la clave de la nueva oficina de farmacia: “el futuro de la farmacia pasa ...
La familia de Concha ha sabido conservar la apariencia tradicional de estantes de madera con elementos novedosos como una renovación que se realizó para ampliar el espacio y poder incorporar nuevos servicios. Según Concha, esta es la clave de la nueva oficina de farmacia: “el futuro de la farmacia pasa por la necesidad de ofrecer más servicios. Si antes nuestra profesión se centraba únicamente en la dispensación del fármaco, ahora es necesario diversificar nuestra forma de trabajar”. Para ello, los farmacéuticos de esta botica están continuamente recibiendo formación en la especialización de productos de cosmética, dermoestética, plantas medicinales y ortopedia: “El valor añadido de estos servicios es intentar ofrecer al cliente una buena relación calidad-precio, es decir, proponer precios asequibles y en este sentido la relación con los laboratorios es fundamental”.
En relación con la formación del farmacéutico, Concha considera que es una cuestión esencial si se quiere estar al día de las novedades del sector. El amplio programa de cursos que oferta el COF así como otras entidades púbicas permite al profesional estar constantemente reciclando sus conocimientos. “Tenemos que adaptarnos a las nuevas situaciones y eso solo se consigue personalizando la atención, profesionalizando el consejo farmacéutico y actualizando nuestra preparación sobre la entrada de medicamentos nuevos, la bajada del precio, las contraindicaciones, etc. En definitiva, la formación es nuestro sello diferencial”.
Los más de treinta años de experiencia le han valido para saber afrontar con éxito la incorporación de las nuevas tecnologías como la receta electrónica. Así admite que, si antes la labor diaria del farmacéutico giraba en torno al medicamento, ahora hay un importante trabajo de gestión detrás del mostrador que genera resultados a largo plazo. La receta electrónica lleva implantándose en las farmacias riojanas desde el uno de Julio con importantes ventajas para la labor diaria del profesional puesto que le permite economizar en recursos y agilizar los procesos de adquisición del medicamento.
No obstante, Concha admite la existencia de ciertos inconvenientes a la hora de dispensar determinadas medicaciones especiales o las dificultades que surgen con las recetas con visado. “Confiamos en que estos problemas añadidos se vayan superando porque algunos pacientes de edad avanzada expresan cierto recelo ante el funcionamiento de estas iniciativas. Mientras tanto, nuestra tarea se está centrando en mentalizar al paciente de que estas medidas son beneficiosas”.
Esto es posible gracias a una atención más personalizada. En la farmacia no hay distancias ni horarios ya que el cliente acude a cualquier hora para solucionar sus problemas, existe una relación de cercanía y confianza. “La farmacia está aquí para dar un consejo añadido, el consejo de un profesional. El cliente confía en nuestro consejo y experiencia”. En este sentido la atención farmacéutica se entiende como un servicio social asumido del que no podemos prescindir porque la población tiene que estar atendida y el medicamento es indispensable.
Respecto al copago, considera que hay sectores de la población que son más vulnerables a estas medidas cuyas consecuencias afectan directamente al mismo tiempo que apremia a tomar iniciativas respecto a estos colectivos; de lo contrario, afirma, surgirán problemas de medicación “ya que las patologías empeoran cuando el acceso al medicamento es limitado”.