"Las nuevas tecnologías mejoran la relación con el paciente y con otros profesionales sanitarios"

De acuerdo con las palabras de Felipe Trigo Romero, vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, que moderó la mesa redonda, los farmacéuticos pertenecen a “una profesión viva y proactiva”. “Somos capaces de ofrecer algo nuevo a la sociedad. No debemos permitir que otros nos tracen nuestro futuro. Contamos con una serie de factores que nos van a ayudar a este cambio al desarrollo asistencial de la farmacia. Lo primero es que contamos con un colectivo motivado. El farmacéutico no se quiere limitar únicamente a dispensar medicamentos”, advirtió.

Ramón Jordán, presidente del COF de Zaragoza, señaló, sobre el desarrollo profesional, que hay un aumento de las funciones del farmacéutico. Éste ha adquirido, por ejemplo, la de la vigilancia de la salud. A su parece, hay una necesidad de aumentar las competencias del farmacéutico, tal y como se ven en leyes nacionales y autonómicas. “El marco competencial y la formación de grado tienen que estar alineadas. La formación continuada es esencial. No nos podemos quedar con la formación que en su día recibimos en la Universidad. Hay que acrecentar esa formación. Hay que ir hacia un sistema de excelencia profesional”, recordó. Igualmente, afirmó que las nuevas tecnologías son tremendamente importantes. “Sin ellas, no podríamos prácticamente actuar. Nos van a aportar una mayor relación con el paciente y a mejorar la relación que hay con otros profesionales sanitarios y sobre todo a interrelacionar con ellos. Tenemos que ser todos uno en aras de un sistema sanitario de calidad”, acotó.

No obstante, “no todo está hecho”. En ese sentido, “faltan muchas cosas por hacer y muchos retos. Entre otros, está el reto de la dispensación de medicamentos no sujetos a prescripción médica por Internet y el reto de la teleasistencia. Hay que salir a buscar a los pacientes, por ellos mismos”, sentenció Jordán.

Pilar García Ruiz, presidenta del COF de Navarra, afrontó el marco económico y regulador por los servicios. Distinguió entre el margen por la dispensación del farmacéutico y la retribución por los servicios farmacéuticos, que ha de ser “adicional”. Respecto a quién debe ser el pagador; comentó que puede ser las administraciones públicas, las mutuas o compañías de seguros –algo que está por ahora poco explorado– o el propio paciente. “Cuando el pagador sea una mutualidad, la retribución se concierta”, matizó. Informó de que el precio, cuando paga el paciente, lo tiene que fijar cada farmacia –no como en el caso de que el pagador sea la Administración o una mutua o aseguradora–. “De lo contrario, se entraría en conflicto con Competencia”, advirtió. Destacó la ausencia de regulación respecto a servicios farmacéuticos. “Hay mucha regulación, pero a pesar de la cantidad de normas, existe una grande dispersión de criterios que genera una gran incertidumbre en los farmacéuticos”, comunicó. La Ley 16/1997, con un carácter más general, sería la de referencia. Sin embargo, “hace falta que haya un ordenamiento legislativo, de forma homogénea y creando cohesión entre las distintas CC AA”, opinó. Según García Ruiz, la Comisión Nacional de Mercados y Competencia está imponiendo “drásticas sanciones” en lo que se perfile como acuerdos a la hora de fijar precios. Señaló la importancia futura que tendrá la asistencia farmacéutica a domicilio, que “carece de una legislación específica”. “Los servicios profesionales futuros marcarán el futuro de la farmacia. Tenemos que ser capaces de demostrar que estos servicios, que se pagarán adicionalmente, son eficaces para los pacientes y eficientes para el Sistema Nacional de Salud”, insistió.

José Espinosa, presidente del COF de Zamora, se centró en la atención integral al paciente. No todo fueron palmadas en la espalda en el XIX Congreso Nacional Farmacéutico –inaugurado este miércoles por María José Sánchez Rubio, consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, quien agradeció a los farmacéuticos su “esfuerzo” para la informatización de las recetas–. Según se lanzó desde el público, a lo largo de la mañana del jueves, un punto crítico fue la falta de conexión con la universidad. Una de las preguntas arrojó preocupación por la amenaza de dejar de estar presentes en los laboratorios y en la universidad. “No se puede perder la esencia de los farmacéuticos y convertirse en dispensadores enfermeros. Nos sigue interesando no perder nuestra esencia y nuestra esencia es el medicamento”, recordó una farmacéutica a los presentes.