"El Sefaco es algo que simplemente mejora la eficiencia en el cobro"

Una de las medidas dirigidas a mejorar la estabilidad y la productividad del sector farmacéutico, el Sefaco, que lanzó FEFE la semana pasada ha creado cierta polémica. Fernando Redondo, su presidente, era consciente de que se produciría debate. No obstante, opina que ha habido reacciones fruto de no haberse leído el informe presentado. “Ha habido quien ha pensado que pretendemos quitar el control de los COF sobre las recetas. Y eso no tiene nada que ver con nuestra propuesta”, afirma Redondo. Niega que la idea con este sistema de cobro bancario sea entregar la farmacia al banco. “Cuando se producen impagos y la farmacia se queda en una situación de quiebra, eso sí es dejar una farmacia a los bancos, que pueden ejecutar una deuda”, avisa.

Matiza que el Sefaco “simplemente” establece un sistema de cobro electrónico, “tal y como se hace ya en cualquier transacción comercial que se paga con tarjeta, incluso en las propias farmacias”. Explica la operativa: “Para salvaguardar el derecho a la intimidad de los pacientes y cumplir con la Ley de Protección de Datos, una vez que se da autorización a una dispensación, viene autorizada con un código único e irrepetible con los importes a adeudar a unos y a otros. Eso es lo que recibe la entidad bancaria. La entidad bancaria concilia luego las órdenes que ha recibido con las que tiene registrado el propio repositorio de recetas. Una vez que lo tiene bien conciliado, procede a la liquidación. En los términos que la entidad bancaria negocie directamente con la propia Administración, porque el que adelanta el cobro es la entidad bancaria. El papel de los COF sería el de seguir manteniendo el control sanitario y de la ética profesional. No hace falta cambiar ninguna concertación, simplemente el anexo, porque ya el COF no presentaría la factura colectiva porque las farmacias ya lo habrían hecho”.

Ante las críticas de que esto reduciría la unidad entre farmacéuticos y quitaría peso a los COF, Redondo argumenta que no sucedería, que “la concertación del colectivo farmacéutico con la Administración se seguiría haciendo a través de los COF”. “Lo único que hacemos es implementar los sistemas de cobro electrónicos, tal y como hacemos con otras operaciones en la misma farmacia con un datáfono. Este sistema no va en contra de nadie. Es algo que simplemente mejora la eficiencia en el cobro. Esto se va a imponer, porque la informatización de todo es el futuro. El sistema actual se creó hace muchos años, cuando las recetas eran en papel. Esto puede abaratar los altísimos costes de facturación que tiene la farmacia. El farmacéutico no estaría vendido a los picos de tesorería de la propia Administración. Es aprovechar el avance de la tecnología en beneficio de la eficiencia”, recalca.

Asimismo, Redondo asegura que al acto de presentación del informe se cursó invitación a diferentes entidades de la profesión farmacéutica. Luis González, presidente del COF de Madrid, acudió. “La intención es lanzar una propuesta. Luego toca debatir y hablar con la Administración y con las entidades financieras. Si presentamos la propuesta de manera consensuada, mucho mejor. FEFE defiende los intereses de las oficinas de farmacia”, expresa Redondo.

Respecto al informe de la Organización Médica Colegial(OMC), contrario al actual modelo de farmacia española; Redondo declara que “responde a un cabreo de hace tiempo” y que “ya venían amenazando con el tema”. A su juicio, parece que la dirección de la OMC se toma las propuestas que se van planteando desde el ámbito farmacéutico como una afrenta personal. “Ya oí a algún miembro de la directiva de la OMC decir que esto tendría una respuesta contundente porque estábamos invadiendo sus competencias. Es una especie de rebote similar al que se dio con el colectivo de enfermeros, que no lleva a ninguna parte. El informe tiene errores técnicos y de datos muy evidentes. La calificación que ha hecho Farmaindustria es la más moderada pero a su vez acertada. En el sentido de que no tiene mucha validez porque los datos están distorsionados y hay cierta intencionalidad, que ellos dicen que es ‘política’, yo diría que es ‘corporativista’. Proponen algo que saben que al colectivo farmacéutico le duele especialmente en cuanto a la liberalización.  La Sanidad debe girar en torno al paciente. Podemos discutir todo lo que queramos, pero teniendo esto presente. No hay prebendas corporativistas para nadie”, concluye.