Médicos, asociaciones sanitarias y profesionales farmacéuticos se han unido en contra del polémico texto impulsado por la ministra de Desarrollo Económico Federica Guidi, que abre la posibilidad de una reforma del mercado farmacéutico con la liberalización de las farmacias.
El pasado viernes, el gobierno italiano dio el visto bueno al proyecto de Ley de la Competencia (Ddl Concorrenza), un decreto que permite a las sociedades de capital la posibilidad de ser propietarias de las farmacias, rompiendo así, el binomio titular-propietario. Es decir, a partir de hoy, las sociedades de ...
El pasado viernes, el gobierno italiano dio el visto bueno al proyecto de Ley de la Competencia (Ddl Concorrenza), un decreto que permite a las sociedades de capital la posibilidad de ser propietarias de las farmacias, rompiendo así, el binomio titular-propietario. Es decir, a partir de hoy, las sociedades de capital podrán ser titulares de farmacias privadas y, por tanto, los socios capitalistas de las boticas no tendrán que ser obligatoriamente farmacéuticos. Además, a través de este decreto se elimina también el límite máximo de licencias por persona (hasta ahora eran cuatro), con lo cual, esto favorecerá la creación de grandes cadenas farmacéuticas.
Sin embargo, algunos puntos que contemplaba el texto propuesto por Federica Guidi, como los criterios de apertura de farmacias según la población o la venta de medicamentos éticos no reembolsados fuera de las farmacias, ha sido finalmente rechazado por el Ejecutivo de Matteo Renzi. Así, el criterio de apertura se atiene a cada 3.300 habitantes (con la posibilidad de abrir otra farmacia si la población supera el 50% del parámetro). “El haber evitado que los medicamentos de clase C, es decir, los que necesitan prescripción médica, como los psicofármacos, puedan ser vendidos en supermercados o parafarmacias es al fin y al cabo una victoria de los ciudadanos- ha declarado la ministra de Sanidad, Beatrice Lorenzin- puesto que garantiza su salud y la seguridad en la distribución de medicamentos más sensibles que podrían inducir al abuso en su consumo”. Desde 2006 a través de un decreto ley avalado por el Gobierno de Romano Prodi, en Italia los medicamentos sin receta médica ya se venden en las parafarmacias, donde hay más de 5.000 en todo el país.
