El uso de los aceites esenciales ayuda a determinadas patologías

Pranarôm-Herbalgem ha patrocinado hoy en Infarma Barcelona 2015 una jornada sobre la utilización de los aceites esenciales en la farmacia,  moderada por Milagros Olías, vocal de Plantas Medicinales y Homeopatía del COF de Sevilla, y corrió a cargo de Ana María Quintas, farmacéutica y presidenta de la Sociedad Española Médico–Farmacéutica de Terapias Emergentes (SEMEFARTE).

La experta Quintas ha señalado la importancia de la utilización de la aromaterapia científica y los aceites esenciales para determinadas enfermedades, así como la necesidad de elegir los mejores aceites. Para ello, ha apuntado que el farmacéutico debe saber las características químicas de dichos productos para poder recomendarlos y establecer un buen uso de los mismos. Por eso considera que es esencial que el farmacéutico lleve a cabo también un análisis de la composición de dichos aceites para poder administrarlos. Y sobre las posibles vías de administración, Quintas ha enumerado la vía tópica, que cuenta con una elevada capacidad de penetración dérmica y una buena distribución sistémica; la vía oral/sublingual que, en esta ocasión, tiene que tener un soporte (azúcar, miel, miga de pan,…) adecuado, ya que los aceites esenciales no son hidrosolubles. Otra de las vías recomendadas ha sido la vía inhalatoria apta para las infecciones respiratorias, así como la vía olfativa, por medio de 1-2 gotas en un pañuelo o en la cara interna de las muñecas, para momentos de tensión, ya que ayuda a la relajación, a la concentración y despeja la mente.

Por último, dentro de estas vías de administración, la experta ha hablado de la difusión aromática que cuenta con acción antiséptica (pues es adecuado para prevenir los contagios) y no tiene contraindicaciones. Respecto a las precauciones del uso de los aceites esenciales, la especialista ha hecho una serie de recomendaciones, entre las que destaca que los aceites esenciales no pueden inyectarse, que hay que tener cuidado en su prescripción tanto en mujeres embarazadas como en niños menores de siete años o lactantes, y guardar los aceites en frascos oscuros para una mejor conservación.

Otro de los puntos destacados de la charla sobre los aceites esenciales ha sido su actividad antibacteriana. En este caso, el aceite más utilizado es el orégano, ya que se trata de un antiinfeccioso muy potente con un amplio espectro de acción que, además de ser un tónico estimulante general, reduce la permeabilidad intestinal, siendo ideal para las infecciones del sistema respiratorio, del sistema digestivo, del sistema urinario y de enfermedades tropicales, como el paludismo. Otro aceite esencial de gran relevancia es la canela, una antibacteriana muy potente, con acción fungicida, antiparasitaria y vasodilatadora que ayuda a mover el sistema circulatorio. Por ello resulta ideal para infecciones respiratorias, urinarias, bucales, cutáneas o ginecológicas, además de para fiebres tropicales, parasitarias y virales. Por último, la farmacéutica ha hablado del clavo, un aceite esencial antivírico, fungicida, parasiticida, cauterizante cutáneo y que también cuenta con una elevada acción calmante, y del árbol del té, cuyo principio activo es el alcohol terapéutico por lo que tiene propiedades antivirales, de ahí que sea adecuada su posología para cualquier tipo de infección, tales como los hongos o el acné.