Esta farmacia madrileña situada en el centro comercial Alcalá Magna lleva cuatro meses de andadura. Acudieron a Concep• para convertirla en una farmacia moderna, acorde con los nuevos tiempos y alejada del modelo arcaico de farmacia dispensadora. Lo han conseguido sobradamente.
Aunque la vocación del farmacéutico titular, Juan Monjo, iba por otros derroteros (terminar sus estudios de doctorado en malaria después de realizar un máster en enfermedades tropicales y parasitología en la Facultad de Farmacia de Valencia), tuvo que comenzar a trabajar en la farmacia de su mujer al quedarse ella ...
Aunque la vocación del farmacéutico titular, Juan Monjo, iba por otros derroteros (terminar sus estudios de doctorado en malaria después de realizar un máster en enfermedades tropicales y parasitología en la Facultad de Farmacia de Valencia), tuvo que comenzar a trabajar en la farmacia de su mujer al quedarse ella embarazada. Hoy en día, no duda en afirmar que “ya que tuve que dejar mi vocación de la malaria, supongo que me compensa el poder ayudar a otras personas, aunque sea haciendo otras cosas”.
En la Farmacia Alcalá Magna, además de los servicios clásicos como la toma de tensión o el pesado de bebés, cuentan con una diplomada en nutrición y dietética en plantilla que ofrece servicios nutricionales, además de consultas sobre problemas capilares, deshabituación tabáquica, riesgo cardiovascular, dermoconsejera y una moderna y popular óptica.
La opinión de Monjo en cuanto al papel que desempeñan los servicios profesionales en la farmacia del siglo XXI está clara. “Los servicios son un deber del farmacéutico como profesional sanitario para la correcta labor de la profesión. Sin ellos no se puede tener un concepto de salud global en el que se aborden de manera conjunta todos los problemas de los pacientes. Y claro que deberían ser remunerados; si no fuera así, se soslayaría la profesionalidad del farmacéutico, en este caso, y dejaría de dársele un valor que poseen de manera intrínseca. El futuro de la farmacia pasa por que el farmacéutico trabaje, trabaje, y trabaje”.
Aunque solo lleva cuatro meses como titular de la farmacia, opina que quizás uno de los segmentos más novedosos que ha introducido es la venta de material de puericultura como carros de paseo y sillas de seguridad para los coches, un segmento que todavía no ha sido introducido en la gran mayoría de las farmacias, y sin embargo parece ser una extraordinaria oportunidad de negocio. “Si unos padres van a comprar biberones a la farmacia, ¿por qué han de ir a otro sitio para comprar elementos tan importantes y saludables para su hijo como una cuna, un carrito o una hamaca?”.
La clientela que predomina en su farmacia son principalmente parejas jóvenes con niños, algo lógico si tenemos en cuenta que está ubicada en el interior de un centro comercial, por lo que este tipo de productos están en auge en su negocio. Tal y como nos confirma el farmacéutico, y aunque es todavía pronto para valorar una evolución, los productos que más se consumen son los de autocuidado y todo el universo del bebé, habiendo un interés cada vez mayor por las terapias naturales y también la homeopatía.
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