"Uno de cada tres ancianos en nuestro medio se encuentra en riesgo nutricional"

Detectar al paciente en riesgo, informar y concienciar sobre la importancia de una correcta alimentación es una labor muy necesaria, en la que el personal de la farmacia tiene un rol fundamental. La Semana de la Malnutrición es una acción diseñada por Nestlé Health Science, que provee de herramientas al personal de la farmacia para hacer detección y consejo nutricional a las personas mayores.

16/06/2015

La Dra. Krys Araujo, Medical Adviser de Nestlé Health Science, comenta que la prevalencia de desnutrición en personas mayores de 65 años en España es del 16,6% en todos los ámbitos clínicos. La prevalencia de desnutrición es mayor en el medio hospitalario (24,6%), en pacientes institucionalizados (21%) o en la ...

La Dra. Krys Araujo, Medical Adviser de Nestlé Health Science, comenta que la prevalencia de desnutrición en personas mayores de 65 años en España es del 16,6% en todos los ámbitos clínicos. La prevalencia de desnutrición es mayor en el medio hospitalario (24,6%), en pacientes institucionalizados (21%) o en la comunidad, es decir quienes viven en sus domicilios (6,9%); sin embargo la prevalencia de riesgo nutricional es más elevada. 

La Dra. Araujo recuerda que España es uno de los países con mayor población envejecida del mundo y con una tendencia, que al igual que el resto de países europeos va en aumento. Esto evidencia que nuestro sistema sanitario goza de buena salud, pero a su vez comporta importantes retos. “En un país como España, en el que tenemos algo más de 8 millones de mayores de 65 años, un 6% de desnutridos viviendo en sus domicilios corresponde a medio millón de personas, y eso es mucho trabajo por hacer”. Con el envejecimiento ocurren cambios biológicos, como la disminución del apetito, alteraciones del gusto y del olfato, saciedad precoz, que pueden afectar la ingesta de las personas mayores y que habitualmente se conocen como “Anorexia del anciano”. Pero también hay cambios sociales como la viudedad o la soledad, que pueden afectar el apetito o la disposición de cocinar o hacer la compra; y finalmente las personas mayores presentan con mayor frecuencia patologías que se asocian a un incremento del riesgo nutricional, como cáncer, diabetes, demencias o la polimedicación. Por lo tanto, no hablamos de desnutrición de causas socioeconómicas sino riesgo nutricional ligado al envejecimiento y a la enfermedad, aclara Araujo. 

Araujo hace hincapié en que no sólo hay consecuencias físicas en las personas mayores, como la pérdida de peso o la disminución del índice de masa corporal debidas a la desnutrición. Hay consecuencias clínicas y funcionales. Por ejemplo, en pacientes post operados hay mayor riesgo de infecciones o retraso en la cicatrización de la herida quirúrgica en pacientes desnutridos que en aquellos que se encuentran bien nutridos; o en personas mayores con ingestas inadecuadas de proteínas se puede observar pérdida de fuerza y masa muscular, y en consecuencia pérdida de independencia y calidad de vida. “En muchos estudios realizados en pacientes con enfermedades crónicas observamos que los resultados de salud son peores en pacientes desnutridos o en riesgo nutricional, frente a los pacientes bien nutridos”, acentúa Araujo.

Para leer el artículo completo haz click en el PDF adjunto.

Autor: IM Farmacias
Nuestros Podcasts