"Una farmacia de menos de 200 metros cuadrados, cinco empleados y con exposición está condenada a desaparecer"

Desde el traslado a su nueva ubicación, hace casi cuatro años, la Farmacia Arias, en A Coruña, se ha transformado en una farmacia moderna, volcada en los servicios y con una amplia exposición de producto. La dermofarmacia ocupa un lugar privilegiado.

16/06/2015

Cuando su propietaria decidió abandonar su pequeña farmacia en plena época de crisis, en la que llevaba 26 años, lo hizo en busca de más espacio y de más alternativas para poder enfrentar los tiempos que corren. Decidió arriesgar. “Hoy en día, una farmacia de menos de 200 metros cuadrados, ...

Cuando su propietaria decidió abandonar su pequeña farmacia en plena época de crisis, en la que llevaba 26 años, lo hizo en busca de más espacio y de más alternativas para poder enfrentar los tiempos que corren. Decidió arriesgar. “Hoy en día, una farmacia de menos de 200 metros cuadrados, cinco empleados, y con exposición, está condenada a desaparecer. Lo tengo clarísimo, y eso mismo dijeron en la última feria Infarma”.

En estos términos se expresa Elvira Arias, una farmacéutica emprendedora con casi 30 años de profesión a sus espaldas y las ideas muy claras. En su farmacia ofrecen todo tipo de servicios, cuentan con Reflotron para las analíticas de colesterol, triglicéridos, ácido úrico, medición de tensión… “muchas veces sin que me lo pidan les digo, siéntese un momentito ahí, que le voy a mirar la tensión, porque hay personas que van por la vida sin saber que tienen la tensión alta, y tú se lo notas por deformación profesional”, señala. También ofrecen el servicio de control de peso, una nutricionista acude a la farmacia dos o tres veces al mes. La farmacia Arias forma parte del programa conSIGUE, promovido por el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y el Grupo de Investigación en Atención Farmacéutica de la Universidad del Granada, para evaluar el impacto del seguimiento farmacoterapéutico.

Así lo valora la farmacéutica: “Es un programa para personas de más de 65 años y polimedicadas, con más de seis medicamentos, y yo creo que es el futuro. Hablando el otro día con los médicos del centro de especialidades me decían que lo ven muy interesante, porque la farmacia debería funcionar como un sistema de alerta. Nosotros somos técnicos del medicamento y hay cosas que claman al cielo, damos consejo sobre formas farmacéuticas o revisamos interacciones, vemos si una persona está tomando mal la medicación, o que no lleva una pastilla porque no la quiere pagar, pero ves que está descentrada. Si no hacen caso yo me tomo la libertad de llamar al médico y decirle, contrólelo porque creo que no está tomando bien la medicación. Yo creo que este programa tiene que ir adelante, e incluso están pensando en incluirlo como un servicio remunerado para la farmacia a través de la seguridad social, porque es un servicio que le resta tiempo al médico”.

Elvira Arias explica que lo más cuesta trabajar es la parafarmacia. La única solución es especializarse mucho, tener mucha formación. En su farmacia, quizás lo que más se mueve es el cuidado dental, la higiene, la dietética y la dermofarmacia. Precisamente para potenciar esta última área, han creado una tarjeta de fidelización propia, y está muy satisfecha con la evolución. “Es una manera de hacer un detalle a los clientes en modo de descuento y conseguir que compren aquí la dermofarmacia, de atraer al cliente para que tu farmacia sea su punto de referencia. Es una lucha constante por intentar traer a la farmacia cosas que no debieron salir nunca de ella”.

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Autor: IM Farmacias
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