A la hora de cuidar su imagen, el hombre sigue apostando por el cuidado facial y capilar, aunque va ampliando su interés hacia dos pilares importantes como son el cuidado corporal y la protección solar.
El hombre es más consciente hoy de la necesidad de cuidar la piel de su rostro y cuerpo y de hacerlo con productos formulados específicamente para ellos. Ese conocimiento se ha traducido en un aumento de ventas de productos de higiene masculina y de cremas de tratamiento. El sector del ...
El hombre es más consciente hoy de la necesidad de cuidar la piel de su rostro y cuerpo y de hacerlo con productos formulados específicamente para ellos. Ese conocimiento se ha traducido en un aumento de ventas de productos de higiene masculina y de cremas de tratamiento. El sector del afeitado es el ‘must’ por excelencia, incluso con el aumento de hombres que se han decidido por la barba o bigote, tan de moda en los últimos tiempos. Todo anima pues a continuar investigando para ofrecer al hombre productos que respondan a sus necesidades y hagan del cuidado facial y corporal un gesto totalmente integrado a su ritual de higiene diario.
Identificar las exigencias del día a día ayuda a saber qué productos son sus básicos imprescindibles. Por ejemplo: si el trabajo requiere viajar durante periodos largos, esto significa que, debe incrementar la hidratación siempre que sea posible, ya que al viajar la piel es susceptible de sufrir sequedad. Si la profesión requiere pasar largo tiempo al aire libre, hay que pensar en la protección solar. El estrés y las largas jornadas laborales pasan factura sobre el contorno de los ojos, con bolsas y ojeras.
Hay que recordar que piel del hombre tiene unas características y necesidades muy diferenciadas a las de la mujer, lo que da lugar a productos especiales para ellos. Incluso el perfume de los cosméticos –lo lleven o no en sus fórmulas- es determinante para sus preferencias. La piel del hombre es un 24% más gruesa que la de la mujer; tiene el doble de grasa en la zona T; su pH es más ácido que el de la piel de la mujer, tiene un mayor flujo sanguíneo; posee más pelo facial y se deshidrata con mayor facilidad.
A partir de todas esas características la piel del hombre también tiene unas necesidades muy concretas y por ello sus cosméticos deben calmar, reparar y energizar su piel, maltratada por el ritual diario del afeitado. Sus fórmulas deben ser ligeras, frescas y no grasas para compensar esa mayor cantidad de sebo. Todas estas necesidades también se reflejan en el packaging de los cosméticos masculinos.
Entre sus puntos débiles se encuentra el contorno de los ojos. La delicada piel de esta zona se convierte en la primera en reflejar el cansancio, el paso del tiempo y el ajetreado ritmo de vida actual con la formación de las primeras arrugas. Los productos específicos para el contorno de ojos retrasan la aparición de estos signos de la edad, gracias a su efecto antioxidante y detoxificante y porque mantienen la elasticidad de la piel. Asimismo, activan la microcirculación cutánea, disminuyendo las bolsas y potenciando el efecto anti-fatiga en el contorno de los ojos. Con texturas en gel crema o también sérum, se busca una rápida absorción, para ser aplicado con placer de día y de noche y disfrutar así de una mirada descansada.
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