Soluciones para un cabello sano y bello

El cabello, igual que la piel, necesita soluciones específicas para tratar problemas como el exceso de grasa, el cuero cabelludo sensible, la fragilidad que amenaza con quebrarlo o la caspa que se resiste a desaparecer. El farmacéutico ofrece, en cada caso, la solución más eficaz.

26/06/2015

Son muy pocas las personas que pueden presumir y disfrutar de un cabello que podría catalogarse como normal. Las causas por las que el cabello sufre y se revela son muchas y de origen muy diverso. Hay factores genéticos que pueden determinar una mayor caída del cabello o la presencia ...

Son muy pocas las personas que pueden presumir y disfrutar de un cabello que podría catalogarse como normal. Las causas por las que el cabello sufre y se revela son muchas y de origen muy diverso. Hay factores genéticos que pueden determinar una mayor caída del cabello o la presencia de descamación –más menos grave- del cuero cabelludo. Factores externos como la modificación de la estructura del cabello con permanentes o coloraciones pueden llegar a agredir, y mucho, su estructura. Una mala alimentación influye en la salud de todo el organismo y también del cabello. También el mal uso de las herramientas con las que lo modelamos o secamos pueden dañarlo de forma evidente. Para contrarrestar todos estos factores -internos y externos- es fundamental dar al cabello el tratamiento que necesita, según sus características.

La coloración del cabello implica la modificación de la estructura de la fibra capilar para aportarle color, por lo que su sensibilización aumenta. Con el paso del tiempo, la queratina se vuelve más frágil y el cabello más poroso, seco y áspero, lo que hace que con los lavados, el agua entre en el interior de la cutícula, hinchándola, y que los pigmentos de color se escapen del cabello. Además, las exposiciones sucesivas a las radiaciones UV y los radicales libres que provoca, agravan las pérdidas de color, la variación de la calidad del matiz inicial y degradan la estructura del cabello.

Asimismo, la realización de mechas y reflejos sobre el cabello implica una transformación química de la fibra capilar que produce daños en la cutícula. El cabello se muestra más poroso, opaco y sin brillo, al mismo tiempo que su estructura resulta debilitada, por lo que es más frágil y fácil de romper. Además son más sensibles a la degradación por los rayos solares. Por esto es muy importante tratar estos cabellos con productos que actúen específicamente sobre éstas para restablecer su textura y su luminosidad y protegerlas.

A medida que vamos sometiendo nuestro cabello a constantes cepillados, tratamientos inadecuados, condiciones ambientales agresivas, etc,. éste va perdiendo fuerza y resistencia. La fibra capilar dañada y/o deshidratada es producto de una degradación de la cutícula y a veces incluso también del córtex del cabello, y, por tanto, de la materia que lo constituye, la queratina. Esto se traduce en una textura seca y porosa y sin brillo y quebradizo. Estos cabellos necesitan reparación, y para ello productos que sellen el daño de la cutícula, aportando hidratación y nutrición.

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Autor: IM Farmacias
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