Con este proyecto de reforma de la Farmacia Sabater, en el centro de Sa Pobla (Baleares), Concep· demuestra cómo se pueden unir la tradición y la actualidad en una farmacia cuyo resultado es innovador y vanguardista.
El resultado de todo el proyecto ideado y llevado a cabo por Concep· en la comunidad Balear es una farmacia acogedora y enormemente cuidada en todos los detalles. Por un lado, se encuentra en la línea del estilo decorativo vintage-industrial, tan en auge en nuestros tiempos en todo tipo de ...
El resultado de todo el proyecto ideado y llevado a cabo por Concep· en la comunidad Balear es una farmacia acogedora y enormemente cuidada en todos los detalles. Por un lado, se encuentra en la línea del estilo decorativo vintage-industrial, tan en auge en nuestros tiempos en todo tipo de establecimientos comerciales y también de hostelería, y por otro lado representa una clara referencia a las antiguas farmacias o boticas tradicionales.
Marga Sabater es la farmacéutica titular de la Farmacia Sabater desde 1993, y su equipo de trabajo está formado además por cuatro técnicas auxiliares. En el año 2014 decidieron reformar la farmacia para darle un nuevo aire, más contemporáneo y acorde a los nuevos tiempos, en los que mayoritariamente la farmacia se orienta hacia los servicios de salud y bienestar global. El resultado ha sido una farmacia francamente espectacular, un espacio agradable que inspira seguridad y confianza, y en el que apetece pasar un rato.
Tal y como explica la farmacéutica, “cada vez más, las farmacias se están centrando en ampliar los servicios ofrecidos, para abarcar las diferentes necesidades de sus clientes y a la vez no perder la verdadera esencia de la farmacia, es decir, convertirse en un centro de salud integral”. Con respecto a la remuneración de los mismos, opina que “hoy en día deberíamos ofrecer servicios básicos a nuestros clientes como agradecimiento por su visita a la farmacia, sin ser remunerados, para ayudarles a mejorar su calidad de vida. Sin embargo, esta situación no puede ser definitiva, debemos cambiar el chip y demostrar a los clientes que nuestros servicios tienen un coste, tanto en tiempo como en dinero”.
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