La farmacia zaragozana Don Jaime ha sabido reinventarse ante las dificultades de la crisis, invirtiendo en tecnología para robotizar el momento más difícil. Tras compensar los frutos de su inversión, cuentan con un balances muy alentador para los próximos ejercicios.
Se trata de una farmacia abierta 12 horas todos los días del año, ubicada en una emblemática calle de Zaragoza, en la cual trabajan nueve personas, de las cuales dos se dedican íntegramente al SPD (Servicio Personalizado de Dosificación). Al estar situada en el casco histórico, cuenta con público de ...
Se trata de una farmacia abierta 12 horas todos los días del año, ubicada en una emblemática calle de Zaragoza, en la cual trabajan nueve personas, de las cuales dos se dedican íntegramente al SPD (Servicio Personalizado de Dosificación). Al estar situada en el casco histórico, cuenta con público de todas las edades y muy variado, además de localizarse en un lugar de paso estratégico, y por ese mismo motivo también cuenta con farmacias muy próximas, a menos de 100 metros, lo que les obliga a buscar elementos diferenciadores.
Hablamos con Carmen Plaza, farmacéutica al frente de la Farmacia Don Jaime, diplomada también en Nutrición y Dietética, quien nos explica que al margen de los medicamentos, “los productos de mayor rotación son las Especialidades Farmacéuticas Publicitarias, seguido de las categorías de higiene bucal y cosmética. Últimamente también estamos experimentando un aumento en las ventas de productos relacionados con nutrición infantil, y en general con todo lo relacionado con los bebés y los niños, al haber podido destinar más espacio a la exposición de este tipo de productos”.
En cuanto a servicios que ofrecen a los pacientes, nos explica que el principal es el Servicio Personalizado de Dosificación para pacientes polimedicados, y para llevarlo a cabo han apostado por un robot Mach4. También se han centrado en su consulta de nutrición, y en determinaciones como la glucosa, colesterol, celiaquía e intolerancias alimentarias, interpretando los resultados y proporcionando información para el cambio. En opinión de Plaza, “es necesario que la Farmacia Comunitaria participe más activamente en la prestación de servicios de prevención y seguimiento, ya que además de ayudarnos en el cumplimiento de nuestra misión social y suponer un ahorro para las instituciones sanitarias, ayuda a la farmacia a diferenciarse y a posicionarse. Sin embargo, han de ser suficientemente remunerados para que la actividad sea sostenible en el tiempo, como es el caso de Inglaterra, donde ya existe una cartera remunerada de servicios”.
Actualmente, la venta de dermofarmacia supone en la Farmacia Don Jaime un 8% sobre la facturación global. Aunque les encantaría tener más espacio exclusivamente dedicado para su venta y exposición, las características del local se lo impiden. Este déficit lo cubren con personal especializado en el consejo personalizado. Para su dinamización, cuentan con las animaciones de los laboratorios en los que se llevan a cabo análisis capilares o de la piel. También la categoría de productos naturales, que trabajan desde hace años, ha evolucionado hasta ser cada vez más demandada por los clientes de la farmacia. (…)
Para leer el artículo completo haz click en el PDF adjunto.
