La situación es especialmente delicada en las farmacias rurales de Castilla y León, al depender sus ingresos casi exclusivamente de la dispensación de medicamentos con receta, mientras que la venta privada es prácticamente residual, y la actividad de parafarmacia es muy limitada.
Ante esta situación, las medidas de recorte de gasto en medicamentos por parte de la administración y cada revisión de precios inciden con especial virulencia en este tipo de farmacias. La comunidad es la región más extensa de Europa, con un gran problema de déficit demográfico y dispersión de la ...
Ante esta situación, las medidas de recorte de gasto en medicamentos por parte de la administración y cada revisión de precios inciden con especial virulencia en este tipo de farmacias. La comunidad es la región más extensa de Europa, con un gran problema de déficit demográfico y dispersión de la población. Con una oficina de farmacia eminentemente rural, y el menor ratio de habitantes por oficina de farmacia, sólo por debajo de Navarra, sumado a la aplicación de los Reales Decretos desde 2012, se entiende que el número de farmacias con viabilidad económica comprometida haya crecido exponencialmente en los últimos años.
“La farmacia castellano leonesa es una farmacia pobre, que sin embargo presta unos servicios sanitarios muy eficientes, al llegar donde otros servicios no llegan, haciendo una labor encomiable en lo que se refiere a labores sanitarias preventivas, y contribuyendo a la promoción de un uso racional del medicamento, participando en campañas coordinadas desde el Consejo Autonómico, en colaboración con SACYL y la DGSP de la Consejería de Sanidad”. Así se expresa José Espinosa Navarro, presidente del COF Zamora desde el año 2008. En su opinión, el asunto de actualidad farmacéutica que más preocupa a los 336 colegiados zamoranos, y en general a todos los farmacéuticos de la región, es “sin lugar a dudas, la implantación del sistema de receta electrónica y su interoperabilidad”.
Por lo que se refiere al tema de la sostenibilidad, el presidente defiende firmemente que la palabra clave es eficiencia. “El sistema tiene que ser eficiente tanto en los programas de prevención, como en diagnósticos de procesos patológicos, y en la efectividad terapéutica. La Farmacia Comunitaria tiene mucho que aportar, colaborando con el sistema público tanto en las campañas de cribado y prevención como en el control de la efectividad farmacoterapéutica”.
Ahora mismo, en el COF Zamora, están colaborando de manera exitosa en el programa de diagnóstico precoz del VIH, que podría hacerse extensivo al cribado de cáncer de colon y próstata. También están llevando a cabo el programa Dioscorides, que evalúa en parámetros económicos y sanitarios la utilización de Servicios Personalizados de Dosificación por parte de los pacientes, de seguimiento farmacoterapéutico, y van a poner en funcionamiento la Red de Farmacias Centinela para contribuir a incrementar la seguridad en el uso de medicamentos. (…)
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