¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Con 22 años de experiencia a sus espaldas y una fuerte vocación, Flavia Erazo atiende personalmente a cada uno de los vecinos del pequeño municipio de Sopelana, en Bizkaia. Con poco más de 13 mil habitantes, la población se compone en su mayoría de pensionistas y pacientes con graves problemas ...
Con 22 años de experiencia a sus espaldas y una fuerte vocación, Flavia Erazo atiende personalmente a cada uno de los vecinos del pequeño municipio de Sopelana, en Bizkaia. Con poco más de 13 mil habitantes, la población se compone en su mayoría de pensionistas y pacientes con graves problemas de salud. “Somos una gran familia y el trato cercano es lo que más me satisface, y lo que realmente te permite hacer un seguimiento continuo del tratamiento y evolución del paciente”.
Regenta una moderna oficina que atiende a uno de los barrios más populares de la localidad, desde donde destaca las posibilidades de actualización que tiene la actividad farmacéutica en cuanto a las novedades terapéuticas y actualizaciones farmacológicas. De familia farmacéutica, Flavia siempre recuerda la dedicación y energía que su madre dedicaba día a día a su trabajo. “Era una mujer muy activa, se dedicó a diferentes ámbitos farmacéuticos, como la Salud Pública, docencia, trabajo en un laboratorio farmacéutico y finalmente abrió su propia farmacia”.
Vicepresidenta del COF de Bizkaia y buena conocedora de la realidad del farmacéutico, apuesta por una farmacia comunitaria que evolucione hacia un modelo más asistencial. Piensa que, a pesar de que el medicamento continúa siendo el producto estrella de la farmacia, la pieza fundamental es el paciente. “Además de este cambio, existen otras transformaciones que afectan a la farmacia y que abren nuevas posibilidades de negocio, como son los diferentes servicios que se pueden ofrecer tanto a pacientes como a clientes, aprovechando la accesibilidad de las oficinas”.
En cuanto a la sostenibilidad de la farmacia, Flavia sostiene que debemos invertir en el concepto sanitario y asistencial, “sólo así podremos contribuir con el sistema nacional de salud”. No obstante destaca los prejuicios que han causado las sucesivas medidas económicas que han servido para deteriorar el margen de maniobra de las farmacias. Como solución apunta “la necesidad de no depender exclusivamente del margen cada vez más exiguo que proporciona el medicamento”. Aun así, la mayoría de las ventas, en torno al 80% de la actividad de la farmacia, se corresponden con la dispensación de fármacos con receta, pero es cierto que cada vez más están en alza otros productos relacionados con especialidades como la homeopatía, la dermoestética, etc. “A pesar de que estas áreas están en crecimiento, todavía no nos reportan grandes beneficios. Habría que profundizar más en su incursión en el mercado y sobre todo resulta fundamental la especialización de los profesionales”.
En cuanto a la remuneración de estos y otros servicios como los SPD, el seguimiento farmacoterapéutico, el test de cribado de VIH, el programa de mantenimiento con metadona, etc., debe ser una realidad, al mismo tiempo que considera que el futuro de la farmacia conlleva una integración del farmacéutico en los diferentes niveles asistenciales. “Junto a ello es necesario que orientemos nuestra actividad al paciente, y esto conlleva inevitablemente una remuneración de los servicios en alza puesto que requieren una dedicación profesional y suponen un ahorro de costes a las administraciones sanitarias”.
En relación a la incidencia de los recortes, mantiene que han afectado de manera directa a la actividad de la farmacia, especialmente los decretos aplicados en el año 2010 y sucesivos que han causado que muchas farmacias se encuentren en una situación de viabilidad comprometida. Admite que el copago no ha condicionado el acceso a los medicamentos y tratamientos por parte de los pacientes y confía en la farmacia comunitaria como la solución de futuro de las oficinas. “Debido a su potencialidad, puede potenciar el importante papel asistencial que ya ostenta, con la implantación de servicios destinados a mejorar la adherencia a los tratamientos y a educar en hábitos saludables”. Para finalizar añade que el futuro se presenta como “una defensa constante del modelo de farmacia que permita a los ciudadanos un acceso equitativo a la salud”.
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