"La farmacia rural no podría existir sin el medicamento"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.

04/12/2015

Los habitantes de Arguedas conocen a la perfección a la familia Samanes. De larga trayectoria profesional, lleva casi un siglo atendiendo las necesidades de los vecinos de este pequeño municipio navarro de poco más de dos mil habitantes. Ignacio se encuentra ahora a la cabeza de la antigua botica que ...

Los habitantes de Arguedas conocen a la perfección a la familia Samanes. De larga trayectoria profesional, lleva casi un siglo atendiendo las necesidades de los vecinos de este pequeño municipio navarro de poco más de dos mil habitantes. Ignacio se encuentra ahora a la cabeza de la antigua botica que un día regentara su abuelo, D. Regino Samanes, a quien todo el mundo respetaba y admiraba. Ya con más de 30 años de experiencia al frente de la farmacia familiar, Ignacio se enfrenta con ilusión a los retos del futuro de la farmacia.

En estos años la oficina ha experimentado grandes transformaciones como la introducción de las nuevas tecnologías, el establecimiento de protocolos con la administración, la consolidación de un perfil del cliente cada vez más exigente e informado, etc. Todo ello hace que también el farmacéutico tenga que transformarse. “Debemos actualizar nuestros conocimientos constantemente, porque a diario aparecen novedosas fórmulas y salen al mercado nuevos fármacos, y esto nos obliga a renovarnos. En este sentido la formación es fundamental y normalmente la obtenemos del COF”, afirma Ignacio Samanes.

En cuanto al perfil del cliente y, dado que se trata de una farmacia rural, responde a un paciente polimedicado con importantes necesidades de salud. “Suele ser una persona jubilada que requiere de una atención personal y continua porque sigue algún tratamiento o terapia. Esto es así debido al envejecimiento de la población que estamos experimentando actualmente”. Por ello, no es extraño que el producto más vendido sea el medicamento. “Supone la mayor parte de nuestra rentabilidad, de hecho, la farmacia rural no podría existir sin él. No obstante sería muy interesante que ampliásemos el margen de negocio hacia otros servicios como los SPDs, la toma de tensión, etc. Que nos reportaría una nueva fuente de ingresos y contribuirían al sostenimiento de la farmacia”.

Al mismo tiempo, la inclusión de estos servicios remunerados, serviría para hacer frente a la bajada del precio de los fármacos que tanto está afectando a la economía de la oficina. A pesar de estas posibilidades de futuro, la actuación de los gobiernos y las medidas anticrisis han afectado fuertemente a las cuentas de la farmacia, implicando incluso en algunas ocasiones, no sólo una situación insostenible con oficinas en viabilidad comprometida, sino que han supuesto el cierre de oficinas. “Esto ha sido así por una mala gestión y previsión de las consecuencias que podrían ocasionar las decisiones tomadas a cabo por el gobierno y las administraciones. Como siempre suele ocurrir, al final el más perjudicado es el pensionista”.

Añade, que la mejor solución para paliar esta situación de desamparo y para luchar contra algunos sectores que están desatendidos en términos de salud, es que el farmacéutico siga siendo un agente indispensable del sistema, al mismo tiempo que los profesionales se adapten a los nuevos cambios. “Sólo así lograremos hacer valer nuestra labor y podremos hacer que se escuchen nuestras demandas, que al fin y al cabo son las de los ciudadanos”.

Por último, Ignacio se muestra positivo ante el futuro. “Conseguiremos ser un elemento importante en el sistema de salud siempre y cuando seamos capaces de gestionar al alza los servicios de la farmacia”.

Autor: IM Farmacias
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