Alimentación infantil, cadena de valor en la farmacia

La labor del farmacéutico comunitario en el terreno de la Alimentación Infantil es esencial. En la farmacia se dispensan muchos de los alimentos propios de los niños de entre 0 y 3 años, y representa un eslabón importante de la cadena formada por padres, cuidadores y pediatras.

22/12/2015

La alimentación de los más pequeños es tal vez la más controlada, porque los conocimientos sobre sus necesidades nutricionales son superiores a los que se tienen sobre las necesidades de otras edades. El crecimiento requiere aportes importantes de nutrientes. Tanto los excesos como las carencias pueden ser causa de problemas ...

La alimentación de los más pequeños es tal vez la más controlada, porque los conocimientos sobre sus necesidades nutricionales son superiores a los que se tienen sobre las necesidades de otras edades. El crecimiento requiere aportes importantes de nutrientes. Tanto los excesos como las carencias pueden ser causa de problemas en la infancia y en edades posteriores. Diferentes estudios demuestran que los niños necesitan consumir más nutrientes, pero con una cantidad inferior de calorías.

Si un niño recibe una alimentación igual en cantidad y calidad a la del adulto, alcanzará un exceso calórico susceptible de desencadenar un proceso de obesidad. En cambio, si consume los mismos alimentos pero en menor proporción, los aportes vitamínicos y minerales serán insuficientes produciéndose problemas de crecimiento y desarrollo. El  organismo del niño aún no está maduro, y los desequilibrios tienen una mayor repercusión, pudiendo provocar alteraciones irreversibles.

La fórmula infantil se define como un alimento para lactantes que es adecuado para sustituir total o parcialmente a la leche humana, satisfaciendo las necesidades nutritivas normales del lactante. Todas las recomendaciones para las fórmulas adaptadas permiten una relativa variación en la cantidad de los componentes. No conviene olvidar que la leche de mujer no tiene una composición constante a lo largo de la lactancia. La disponibilidad de algunos minerales como calcio, hierro y zinc suele estar aumentada en la leche materna.

En determinadas circunstancias y países con baja exposición solar, a partir de los cuatro meses puede considerarse la posibilidad de administrar suplementos de vitamina D regularmente. La composición de la leche materna difiere, tanto cuantitativa como cualitativamente, de la de vaca. Así, el contenido proteico y de sales es más elevado en la de vaca, el nivel de lípidos es semejante y la concentración de hidratos de carbono es superior en la leche humana. Por otra parte, existen diferencias en la distribución del nitrógeno proteico y no proteico y en el contenido de lactoalbúmina, caseína y otras proteínas.

El nivel de ácido linoleico y de oligosacáridos es superior en la de mujer respecto a la de vaca, así como la concentración de algunas vitaminas (A, E, C y niacina). Las leches artificiales comercializadas para lactantes a término pueden ser clasificadas en función de la naturaleza y origen de la proteína, diferenciándose fórmulas a base de leche de vaca (con predominio de caseína o suero de leche), a base de concentrados de proteínas (preferentemente de soja) y a base de hidrolizados de proteína. Los niveles máximos y mínimos permitidos de proteínas son diferentes en cada uno de esos tipos.

Además han de contener el resto de los nutrientes necesarios para cubrir las necesidades del lactante y no está permitida la inclusión de almidones, acidificantes, miel ni factores de crecimiento. La cantidad de hierro que contienen permite diferenciar las fórmulas lácteas enriquecidas en este nutriente, cuando contengan una cantidad superior a 1 mg/100 kcal. La nutrición infantil es la subfamilia que arrastra al resto de categorías de infantil, por lo tanto su ubicación debe ser cuidadosamente estudiada. Debe asignarse una zona concreta dentro de la sala de ventas, preferiblemente fría y con una correcta señalización, de modo que el cliente pueda encontrar fácilmente estos productos.

Con el objetivo de conseguir una mayor homogeneidad y diferenciación, la dietética infantil debe colocarse en módulos distintos, pero al lado de los accesorios y los productos de higiene infantil, agrupando toda la categoría en un mismo lugar de la farmacia. Por lo tanto, si se quiere rentabilizar al máximo la venta de leches infantiles se debe estudiar muy cuidadosamente la opción de trabajar solo ciertos segmentos de leches infantiles y desechar el resto (tal es el caso de las leches especiales, cuya venta y consejo las hacen adecuadas para su venta en farmacia). (…)

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Autor: IM Farmacias
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