La Guardia Civil ha detenido a cinco personas por un supuesto delito de falsedad documental y de intrusismo profesional en la confección de recetas veterinarias.
La Guardia Civil de Sevilla, dentro de la Operación “Medicanilo”, ha imputado a cuatro veterinarios y al gerente de una empresa distribuidora de medicamentos por ofrecer medicamentos veterinarios sin prescripción de recetas veterinarias. La Operación, que ha sido investigada por el Equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de ...
La Guardia Civil de Sevilla, dentro de la Operación “Medicanilo”, ha imputado a cuatro veterinarios y al gerente de una empresa distribuidora de medicamentos por ofrecer medicamentos veterinarios sin prescripción de recetas veterinarias.
La Operación, que ha sido investigada por el Equipo del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, se inició e 2014 por la denuncia de la Asociación de Veterinarios de Équidos de Andalucía presentada ante el Colegio Oficial de Veterinarios de Sevilla. Esta Asociación tenía conocimiento de una persona que ofrecía medicamentos veterinarios sin prescripción de recetas veterinarias. Así, se pasó a investigar un posible delito de intrusismo y se procedió a la averiguación de la empresa distribuidora, de los movimientos de medicamentos, clientes y veterinarios responsables de la prescripción de las miles de recetas. Todo, junto a 14 veterinarios en los que en un principio se centró la investigación.
Tras la investigación, se destapó que la empresa fabricaba y confeccionaba sus propias recetas veterinarias, realizando la dispensación al público de los medicamentos veterinarios y piensos medicamentosos, sin control veterinario, incumpliendo el RD 79/2011, de 12 de abril, por el que se establecen normas sobre la distribución, prescripción, dispensación y utilización de medicamentos de uso veterinario y se crea el Registro de Establecimientos de Medicamentos Veterinarios de Andalucía.
Tras conocerse estos hechos delictivos, se descubrió que la mayoría de recetas fraudulentas detectadas estaban a nombre de los cuatro veterinarios implicados, sin control ni supervisión alguna por parte de la Administración e induciendo claramente a error ya que poseían prácticamente los mismos apartados que la receta original.
