#Infarma2016: Las sospechas de TDAH en la Farmacia pueden ser el primer paso a una derivación a Psiquiatría

El farmacéutico de visión aguda sabrá distinguir cuando un niño es agitado o cuando puede ser encuadrado dentro de lo que se denomina TDAH; un trastorno que mal enfocado puede ser un cajón de sastre para múltiples conductas. Para evitarlo, Infarma 2016, citó a una experta con la misión de explicar la panoplia farmacológica disponible para tratar este grave problema.

10/03/2016

La Sala de Avances Terapéuticos también se detuvo durante una sesión para hablar sobre los avances y retrocesos que ha habido en los últimos tiempos en relación al TDAH, Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Para ello, se contó con la conferencia dictada por la doctora Marta García Giral, ...

La Sala de Avances Terapéuticos también se detuvo durante una sesión para hablar sobre los avances y retrocesos que ha habido en los últimos tiempos en relación al TDAH, Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad. Para ello, se contó con la conferencia dictada por la doctora Marta García Giral, psiquiatra del Servicio de Psiquiatría y Psicología infantil del adolescente, del Instituto de Neurociencias del Hospital Clínic de Barcelona; que fue presentada por la vocal de la Junta de Gobierno del Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, Mercé Barau Germés.

La doctora García Giral situó la etiología del TDAH en un neurodesarrollo incompleto o patológico  derivados de los factores ambientales relacionados con la madre, tales como el tabaquismo, las complicaciones en el embarazo o durante el parto, así como una maternidad temprana (por debajo de los 20 años).

En cuanto al equipaje de problemas que puede llevar el TDAH, la doctora enumeró el desarrollo de conductas perturbadoras, la propensión a los accidentes, la tendencia a la obesidad, los problemas de aprendizaje con dificultades académicas, problemas para las relaciones sociales y comorbilidades mentales como la ansiedad, la depresión y el negativismo desafiante. Así mismo, tener un hijo con TDAH supone para los padres aumentar el riesgo de desarrollar sentimientos de ineficacia, autoestima baja, descenso en la calidad de vida y trastornos mentales como la depresión o la ansiedad. Todo un panorama que se completaría con una expectativa de vida de las personas con este trastorno, inferior a la media del resto de la población. El resultado de ello es que los niños que lo sufren experimentan problemas psicosociales, pueden sufrir acoso escolar y casi siempre van retrasados en los estudios, todo ello acompañado de conductas generalmente disruptivas. El TDAH, según la ponente solo se da en estado puro en un porcentaje inferior al 10%, apareciendo complicado con otras comorbilidades: Tics (18%), Trastorno desafiante-oposicional (40%), Trastorno depresivo mayor (22%), Trastorno Bipolar (11%), Ansiedad (30%) o Trastorno de Conducta (14%). Ocurriendo que el 85% de los casos el TDAH coexiste con al menos otras 2 de estas comorbilidades.

En cuanto a los fármacos para el TDAH, la doctora citó los grandes grupos que actualmente están en uso. Concretamente, se refirió a dos grandes bloques. Los medicamentos Dopaminérgicos y los Noradrenérgicos. Situando entre los primeros el Metilfenidato y la Lisdexamfetamina, fármaco este último bastante desafortunado en su historia por haber sido administrado a soldados con experiencia de combate. En cuanto a los noradrenérgicos, García Giral citó laImipramina, la Atomoxetina, la Clonidina y elBupropion. También se detuvo la psiquiatra a la hora de describir los perfiles farmacocinéticos de distintas marcas comoRubifén, Concerta, Medikinet, Equasym, Elvanse y Strattera (Atomoxetina), siendo estos últimos los de liberación más homogénea a lo largo del día. En cuanto a la valoración de estos fármacos, se tiene en cuenta el tiempo de vida media del medicamento en función de su concentración plasmática y efectos a nivel cerebral. En cualquier caso, según la conferenciante, la gran variabilidad de fármacos para tratar el TDAH impide hablar de un fármaco líder, procediendo en todos los casos realizar un tratamiento individualizado, muchas veces según la técnica de acierto y error. En concreto, la ponente reparó en los posibles efectos secundarios de la Atomoxetina: inapetencia o reducción del apetito, dermatitis, dispepsia, descenso del umbral convulsivo, efecto sobre la presión arterial y la frecuencia cardíaca, ideación de muerte, labilidad afectiva y alteración hepática.

En cuanto a la figura del Farmacéutico, asomarse a esa ventana que siempre es su oficina le debe hacer estar atento a aquellos casos de TDAH en los que su consejo puede traducirse en un derivación a Psiquiatría.

PIE DE FOTO: La doctora Marta García Giral, psiquiatra del Servicio de Psiquiatría y Psicología infantil del adolescente, del Instituto de Neurociencias del Hospital Clínic de Barcelona

Autor: IM Farmacias
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