"La incorporación de servicios complementarios a la farmacia es una cuestión económica"

Farmacéutica de vocación, Noeli Muñoz asegura que la labor farmacéutica no se limita a la oficina de farmacia. Al finalizar la carrera, viajó a Paris para dedicarse a la investigación farmacéutica donde trabajó para Rhône-Poulenc Rore. “Fue una experiencia maravillosa en la que descubrí otras facetas de nuestra profesión. El farmacéutico no está condenado a trabajar en una farmacia, existe un sinfín de áreas como la docencia o la investigación. Hay un abanico abierto de posibilidades en las que podemos especializarnos”.

Satisfecha de esta oportunidad, anima a todos los profesionales a que viajen al extranjero y adquieran una perspectiva más global de la profesión, ya que contribuye a ampliar el mercado. “Este tipo de experiencia sirve para concienciarte de que es necesario extender la cartera de productos. Una farmacia ya no es rentable sólo con la venta de medicamento. Es preciso la implantación de una atención personalizada en la que ofrezcas al cliente un servicio completo adaptado a sus necesidades”.

Para ello, en Farmacia Europa están implantando productos de cosmética, con el fin de responder a las demandas de su clientela; la oficina cuenta con un perfil de usuario joven con hijos a su cargo, lo que explica que la nutrición sea otro de los puntales importantes. “La incorporación de servicios complementarios es una cuestión económica. Medidas como la bajada de precios y los impagos que se están produciendo en algunas comunidades, obliga a buscar nuevas vías de financiación que nos permitan ser sostenibles”. Por esta razón, la implantación de nuevos servicios debe ir acompañada de una retribución adecuada, puesto que requieren tiempo y preparación.

Solo así, según Noeli, la farmacia será capaz de no depender del Estado y adoptará mecanismos para ser autosuficiente. No obstante, advierte que la farmacia sigue siendo un negocio donde se venden medicamentos, es decir, se trata del mejor establecimiento en el que el ciudadano puede adquirir el fármaco. “No podemos permitir que los medicamentos estén disponibles en parafarmacias y grandes almacenes, ya que no se trata de un producto cualquiera. El valor añadido que ofrecemos a través de la atención sanitaria, no puede igualarse a ningún otro”.

Uno de los mayores problemas al que han tenido que enfrentarse los farmacéuticos de Teruel son los impagos. Desde el COF se está trabajando para que la administración cumpla con los pagos, pero la situación es insostenible en el caso de las oficinas rurales. “Es un asunto que nos ha afectado muchísimo, e incluso recientemente, ha provocado el cierre de una farmacia de un pequeño municipio. Esto era impensable hace algunos años. Suerte que la población está tomando conciencia sobre las dificultades de la farmacia, y es más comprensiva, pero la situación no es viable a largo plazo, hay que buscar alternativas”.

En este sentido, la formación de los profesionales es imprescindible, no sólo para asegurar la continuidad del negocio, sino también para lograr un sello de distinción, y así, ser  más competitivos. “La especialización en otras áreas sirve para diferenciarte de los demás. Sin embargo, todavía existen profesionales que se resisten al cambio, a los avances que ofrece la informática o los nuevos canales de comunicación, etc. Es importante apostar por la versatilidad y adaptarse al mundo actual”.

Se despide con un mensaje optimista. “Debemos seguir trabajando como lo estamos haciendo, sin sacrificar la calidad del servicio por la sostenibilidad de la farmacia. Pertenecemos a una profesión antigua que ha experimentado grandes transformaciones, pero debemos tener muy claro una premisa: estamos para ayudar al paciente y mejorar su estilo de vida”.