Dependemos de nuestra visión más que de cualquier otro sentido, y prácticamente para todo lo que hacemos usamos los ojos. La discapacidad visual es una de las más prevalentes a nivel mundial, de ahí la importancia tan grande que tienen los problemas oculares.
Cuanto antes se detecta una afección ocular, mayor será la posibilidad de éxito en su tratamiento, sin olvidar la importancia de la prevención mediante controles periódicos de salud ocular. Con la detección precoz de anomalías que pueden desencadenar patologías, se reducen en gran medida los riesgos y se disminuyen posteriores ...
Cuanto antes se detecta una afección ocular, mayor será la posibilidad de éxito en su tratamiento, sin olvidar la importancia de la prevención mediante controles periódicos de salud ocular. Con la detección precoz de anomalías que pueden desencadenar patologías, se reducen en gran medida los riesgos y se disminuyen posteriores costes sanitarios.
La complejidad que presentan los órganos de los sentidos, en concreto la visión, requiere que los farmacéuticos actualicen sus conocimientos sobre las patologías y los tratamientos farmacológicos, que se encuentran a diario en la práctica de la profesión. El conocimiento especifico en estos temas permite al profesional intervenir y ofrecer al paciente o usuario el seguimiento del uso correcto y seguro de los tratamientos recetados por el médico, y la elección y dispensación de aquellos medicamentos no sujetos a prescripción medica incluidos en el concepto de auto cuidado, con la información e instrucción necesaria al paciente para su correcta utilización o el reconocimiento de los signos o síntomas por los cuales derivar al médico.
Recibir una serie de preguntas relacionadas con los ojos, pidiendo consejo o solución a diferentes problemas es de lo más frecuente. Todo esto determina el papel de los farmacéuticos como agentes en la primera línea de la salud ocular, teniendo una actitud activa que les permita resolver las cuestiones relacionadas con los medicamentos, y educando al paciente en el uso de los mismos, así como en la prevención de los problemas que se presenten. Cada segundo jueves del mes de octubre se celebra el “Día Mundial de la Visión”, con el objetivo de sensibilizar sobre la discapacidad visual e informar de las opciones para mantener una adecuada salud ocular.
El deterioro de la visión, de acuerdo con la última estimación de la OMS, es un problema importante de salud a nivel mundial que afecta a unos 314 millones de personas, y es debido a enfermedades de los ojos o a errores de refracción sin corregir. De ellos, 45 millones están ciegos y un 90% viven en países con rentas per cápita bajas, donde el riesgo de pérdida visual es elevado simplemente por la falta de servicios oftalmológicos. Sin embargo, en términos generales, la OMS estima que alrededor de un 80% de las alteraciones en la visión se pueden prevenir o tratar.
Las principales causas de ceguera a nivel mundial son las cataratas (39%), los errores refractivos sin corregir (18%), el glaucoma (10%), la DMAE (7%), las opacidades de la córnea (4%), la retinopatía diabética (4%), el tracoma (3%), y las enfermedades oculares en niños (3%) (por ejemplo, causadas por deficiencia en vitamina A) y la oncocercosis (0,7%). La ceguera asociada a la edad está en aumento, como por ejemplo la debida a la DM sin controlar. En cambio, la ceguera debida a infecciones está disminuyendo como resultado de las intervenciones en salud pública. (…)
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