Pfizer ha renunciado a la compra de Allergan por las nuevas medidas del Tesoro americano para evitar el desvío de impuestos.
Punto y ¿final? a una de las mayores operaciones de la historia en la industria farmacéutica y a lo que iba a suponer la creación de la farmacéutica más importante y “grande” del mundo. Pfizer ha comunicado su renuncia al plan de compra de su competidora Allergan, valorado en unos ...
Punto y ¿final? a una de las mayores operaciones de la historia en la industria farmacéutica y a lo que iba a suponer la creación de la farmacéutica más importante y “grande” del mundo. Pfizer ha comunicado su renuncia al plan de compra de su competidora Allergan, valorado en unos 132.000 millones de euros, por las nuevas medidas del Tesoro americano para evitar el desvío de impuestos. Unas “trabas” que quería impedir o revisar, entre otras cosas, que Pfizer trasladase a Irlanda la sede fiscal de la nueva compañía para pagar menos impuestos
Jacob Lew, secretario del Tesoro de EEUU, ha asegurado al respecto que “el Gobierno americano pretende dificultar que las compañías americanas compren empresas extranjeras que pagan menos impuestos para fijar en sus países el domicilio fiscal”. Por otro lado, el frenazo a esta operación dejará sin 35.000 millones de dólares de recaudación al fisco estadounidense.
Finalmente, el consejo de Pfizer ha votado a favor de frenar el proceso de fusión. La compañía farmacéutica ya se lo ha notificado a la irlandesa, y ahora deberá pagar a Allergan un máximo de 352 millones de euros, como se estipulaba en su acuerdo de fusión, en caso de que los cambios en la normativa tributaria hicieran inviable la transacción.
