No Es Sano pide a los políticos que impulsen una rebaja del precio de los medicamentos

Una veintena de integrantes de la campaña No Es Sano se concentraron este miércoles ante el Congreso de los Diputados, ante el Ministerio de Sanidad y ante el Ayuntamiento de Madrid para pedir que los políticos impulsen medidas para acabar con “el alto precio” de los fármacos de dispensación hospitalaria y transformen el actual modelo de investigación.

20/04/2016

El objetivo: denunciar por las calles de Madrid este miércoles el “alto precio de los medicamentos” de uso hospitalario y lograr que los políticos impulsen su rebaja y adopten medidas para transformar el actual modelo de investigación y desarrollo de los mismos. La manera: una veintena de miembros, cuatro vestidos como si fueran cajas de ...

El objetivo: denunciar por las calles de Madrid este miércoles el “alto precio de los medicamentos” de uso hospitalario y lograr que los políticos impulsen su rebaja y adopten medidas para transformar el actual modelo de investigación y desarrollo de los mismos. La manera: una veintena de miembros, cuatro vestidos como si fueran cajas de fármacos, informando a los ciudadanos y a los políticos de las medidas que propone la campaña No Es Sano. Algo inesperado: encontrarse, en medio de la iniciativa de protesta, con Humberto Arnésdirector general de Farmaindustria, asociación cuyos miembros de la industria farmacéutica se verían afectados de obtenerse esa bajada de precios, y que éste tienda puentes de diálogo.

Arnés, que se encontraba en el centro de Madrid, se acercó, sin tenerlo previsto, a los miembros de No Es Sano cuando estaban frente al Ayuntamiento de Madrid, con la intención de interesarse por las intenciones de la campaña. Una vez que fue identificado como representante de Farmaindustria, conversó, de forma distendida, con Vanessa Lópezdirectora de Salud por Derecho, una de las organizaciones que promueven la campaña (junto con Médicos del Mundo y con la Organización Médica Colegial, entre otras). Arnés expuso que hay que buscar soluciones y que “lo del precio abusivo es una forma de entenderlo”. A su parecer, “hay muchas variables. Curar tiene un valor y el valor es un elemento fundamental para fijar el precio, aunque no es el único”. Añadió que hay que “encontrar la mejor solución para que el ciudadano tenga el medicamento que necesita” y generar un círculo virtuoso para que la innovación siga”. Invitó a López a reunirse con él para hablar. “Necesito conocer lo que opináis. ¿Crees que una empresa, cuando investiga, piensa sólo en la rentabilidad? ”, le dijo.

Anteriormente, López había declarado a la prensa que no hay que permitir que los precios de los medicamentos sean “arbitrarios” y que éstos se decidan “en función de lo que cada país está dispuesto a pagar”. “El sistema de investigación y desarrollo de los fármacos está impidiendo el acceso a los medicamentos. De hecho, nos hemos vestido de cajas de medicamentos con la marca ‘Sobradi’ (en alusión al tratamiento para la hepatitis C, que se llama Sovaldi) para ejemplificar que el precio de los medicamentos puede ser una valla farmacéutica y obstaculizar el acceso”, manifestó. Denunció un “precio abusivo” en los tratamientos de la hepatitis C. Ante la promesa de las autoridades sanitarias de tratar a todos los pacientes de esta enfermedad en nuestro país, López señaló que hay 500.000 pacientes con hepatitis C y que “hasta ahora 40.000 personas han recibido ese tratamiento”. “Seguramente son menos de las que deberían si siguiéramos criterios médicos”, reprochó. “El problema del racionamiento es el precio del fármaco, que nada tiene que ver con el coste real de producción e investigación. El Gobierno no ha hecho nada realmente por bajar el precio de este fármaco. Si atendemos a informes de ciertos grupos de investigación, en el caso de Sovaldi, los cálculos muestran que, incluso teniendo en cuenta los costes de producción, investigación y Marketing, rondaría los 300-400 euros por tratamiento. Sin embargo, por los datos que tenemos, el precio ronda los 43.000 euros. La diferencia es especulación”, subrayó. En No Es Sano se refieren siempre a medicamentos de dispensación hospitalaria destinados a enfermedades muy graves como “cáncer, hepatitis, enfermedades raras, VIH” y, según López, la tendencia es la de incremento de precios.  

Los miembros de No Es Sano pudieron dar de primera mano un documento que reclama la construcción de un sistema de investigación médica eficientesostenible y que garantice el acceso a los medicamentos a un precio asequible, a la propia Manuela Carmenaalcaldesa de Madrid. “El modelo global de innovación y acceso a medicamentos está roto. En Europa, como en el resto del mundo, el precio de los nuevos fármacos crece cada año, amenazando la sostenibilidad de los sistemas de salud y obstaculizando el acceso de las poblaciones más vulnerables a tratamientos para enfermedades como el cáncer y la hepatitis C”, lamenta el documento. Por ello, propone “la introducción detransparencia en el sistema y garantizar un debate público informado”, “introducir criterios de interés público para toda inversión realizada por el Estado” y “promover iniciativas de I+D basadas en nuevos modelos de innovación que no dependan exclusivamente de las patentes como incentivo a la investigación y modelo de negocio y que garanticen la cobertura universal de pacientes y enfermedades”.

 

Autor: IM Farmacias
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