"Las claves del futuro se centran en una mayor colaboración con otros profesionales sanitarios y con la Administración"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.

04/05/2016

María Dolores López regenta una tradicional botica en el municipio albaceteño de Chinchilla de Montearagón. Con apenas cuatro mil habitantes, la localidad se dibuja como uno de los parajes más pintorescos de Albacete, y cuenta un rico patrimonio natural e histórico. “La peculiaridad de la farmacia rural es que el ...

María Dolores López regenta una tradicional botica en el municipio albaceteño de Chinchilla de Montearagón. Con apenas cuatro mil habitantes, la localidad se dibuja como uno de los parajes más pintorescos de Albacete, y cuenta un rico patrimonio natural e histórico. “La peculiaridad de la farmacia rural es que el paciente representa el centro de tu existencia, es decir, se convierte en tu razón de ser y hacia él dedicas todos tus esfuerzos. Y esto reporta grandes beneficios para la salud de nuestros ciudadanos, ya que la implicación del farmacéutico resulta fundamental para mejorar la adherencia al tratamiento”.

Su perfil profesional, con conocimientos tanto en Farmacia como en Nutrición, le ha valido para conocer las distintas facetas de la profesión. “Lo más importante de nuestra labor es el contacto directo con el paciente, que permite ofrecer una atención personalizada, y un seguimiento farmacoterapéutico individual. De esta manera, es posible detectar posibles interacciones, duplicidades y efectos adversos”.

En su larga trayectoria como farmacéutica, más de 20 años detrás del mostrador, Mª Dolores ha experimentado de cerca la transformación que se ha producido en el modelo de farmacia. “Tendemos hacia una farmacia más asistencial, que sea capaz de dar respuesta a las necesidades actuales de la población. Debemos apostar fuertemente porque se instauren servicios profesionales”.

Entre otros, señala la incorporación de prestaciones como los SPDs, las campañas sanitarias, los programas de farmacovigilancia, la toma de tensión, etc. Cualquier servicio que aporte una mejoría en la calidad de vida del ciudadano, al mismo tiempo que contribuya a optimizar los recursos públicos. “En esta situación tan cambiante, no debemos ser negativos y observar la coyuntura como un reto para crecer. Por ejemplo, en nuestra farmacia estamos instaurando áreas como homeopatía, fitoterapia, alimentación infantil y ortopedia; esto nos está permitiendo ser más competitivos y sostenibles”.

Proclive a que estos servicios estén remunerados, es consciente de las dificultades que implica su introducción, pero advierte que “este es el futuro de nuestra profesión, el cambio está en nuestras manos y por ello debemos invertir todos nuestros esfuerzos en modernizar la farmacia y orientarla hacia los nuevos tiempos”. En este punto, la formación es esencial porque ayuda a una atención farmacéutica más profesional y especializada.

“Las nuevas tecnologías como internet y las redes sociales nos obligan a estar actualizados. Además, una mayor preparación en temas de interés es percibida por el paciente como un valor añadido”. Observa el futuro con cierta incertidumbre, sin embargo confía en la capacidad de los farmacéuticos para anticiparse a los posibles cambios. “Las claves del futuro se centran en una mayor colaboración con otros profesionales sanitarios y con la Administración, y en el fomento de la investigación farmacéutica para una mejor preparación de los nuevos profesionales”.

Autor: IM Farmacias
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