Las personas que padecen cáncer ven también afectada su piel. Durante el tratamiento, por ejemplo, ésta se vuelve más fotosensible. Los pacientes han de pensar en su piel como si fuera la de un bebé a la hora de cuidarla.
La piel sufre las consecuencias del cáncer. Alberto Conde Taboada, jefe del servicio de dermatología de MD Anderson Cancer Center Madrid, explica que influye sobre todo en las células que están en división más activa. Eso generalmente coincide con el pelo, con las glándulas que dan hidratación y lubricación a la piel y con las células ...
La piel sufre las consecuencias del cáncer. Alberto Conde Taboada, jefe del servicio de dermatología de MD Anderson Cancer Center Madrid, explica que influye sobre todo en las células que están en división más activa. Eso generalmente coincide con el pelo, con las glándulas que dan hidratación y lubricación a la piel y con las células que se reproducen dentro de ella. “Hay quimioterapias más modernas que afectan a las glándulas de la cara, tipo acné. Con otras, salen irritaciones en la cara o en las axilas”, informa. Los tratamientos más modernos conllevan menos efectos adversos.
Una de las complicaciones más frecuentes es la mucositis oral, si se ha recibido o se está recibiendo quimioterapia o radioterapia en cabeza y cuello. La mucosa de la boca es una zona delicada. La enfermedad o el tratamiento igualmente puede producir xerosis cutánea o piel seca, lo que se traduce en pérdida del brillo de la piel y de elasticidad. Algunas veces, según indica Conde Taboada, salen manchitas. “Hay que tener mucho cuidado con el sol, porque los tratamientos en muchas ocasiones hacen que la piel se queme más fácilmente. La piel capta más sol y se produce fotosensibilidad”, advierte.
Se suelen notar efectos en la barrera protectora, en los sistemas de defensa y en la fotosensibilidad. “Depende un poco de los distintos fármacos que se usen. A veces, no se aplican bien las cremas hidratantes y, a veces, producen el efecto opuesto: una permeabilidad de las sustancias. Por eso, hay que tener cuidado con todo lo relativo a procedimientos cosméticos”, señala. Recuerda que hay que evitar, durante el tratamiento contra el cáncer, los peelings para las arrugas, la depilación láser y los métodos agresivos en general. ¿Los pacientes han de pensar en su piel como si fuera la piel de un bebé? Responde que es un “buen concepto”.
Los pilares fundamentales de los cuidados de la piel cuando se padece cáncer son la higiene, la hidratación (que va a reforzar la protección barrera) y la fotoprotección. “Una higiene muy delicada y suave. Nada de jabones irritantes o agresivos. La hidratación tiene que ser adaptada al tipo de tratamiento que se recibe. Hay tratamientos que ahora no dañan tanto a la piel, pero con ellos salen granos. Con la fotosensibilidad que produce el tratamiento pueden salir quemaduras muy llamativas. Es muy importante una protección solar estricta”, recomienda Conde Taboada. Es necesario que la crema se absorba bien, que deje la piel más regenerada y que no contenga ingredientes que puedan interactuar con los tratamientos.
