El trabajo que hacen por nosotros lo vale. Mantener hidratada su piel, evitar las agresiones externas y cuidar el aspecto de las uñas son algunas de las claves de la belleza de nuestros pies y manos, en ocasiones los grandes olvidados.
Si contáramos las muchas actividades que podemos hacer gracias a nuestros pies y manos, nos daríamos cuenta de la importancia de dedicar unos minutos a su cuidado. Al igual que el rostro, las manos permanecen al descubierto en invierno y acusan, por tanto, la acción del frío. Por otro lado, ...
Si contáramos las muchas actividades que podemos hacer gracias a nuestros pies y manos, nos daríamos cuenta de la importancia de dedicar unos minutos a su cuidado. Al igual que el rostro, las manos permanecen al descubierto en invierno y acusan, por tanto, la acción del frío. Por otro lado, el continuo contacto con el agua y jabón para su higiene a diario repercute en la frágil estructura de su piel, desprovista en su dorso de glándulas sebáceas. Para cuidarlas es importante el uso de cremas adecuadas que las hidraten y protejan.
Los primeros signos de envejecimiento en las manos se traducen en una mayor sequedad y la aparición de manchas de color marrón, que van acentuándose por la exposición a los rayos del sol. Como prevención y para atenuarlas en caso de que ya hayan hecho su aparición, es conveniente usar periódicamente cremas de manos que incluya sustancias despigmentantes inmediatamente en caso de recalentamiento de la planta del pie.
Las pieles muertas se acumulan con gran facilidad en el talón y la planta formando durezas que incomodan y afean los pies. Exfoliarlos regularmente ahorra visitas al podólogo y mantiene los pies suaves y sin callosidades. Liberar los pies de callosidades y mimarlos de vez en cuando con un tratamiento hidratante o una sesión de reflexoterapia hace que andar vuelva a convertirse en todo un placer.
Las uñas tienen mucho que ver con el aspecto de las manos. Y en los pies controlar su forma es mucho más importante para evitar problemas de roces y de uñas encarnadas. Es importante llevarlas siempre limpias y pulidas. En cuanto a las cutículas, ¿cortar o no cortar? esta es la cuestión. La piel que conocemos como cutícula protege la matriz de cada una de las uñas. No es recomendable cortarla. Lo ideal es ablandarla y empujarla hacia la base de la uña con la ayuda de un palito de naranjo hasta que quede despejada y atractiva.
De la mano del Dr. Agustín Alomar, director de Dermatología del Hospital de Sant Pau; Institut Universitari Dexeus y miembro de la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología) hacemos un repaso de las afecciones más frecuentes que pueden sufrir las uñas y que podemos tratar con productos específicos. (…)
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