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el farmacéutico | 26 Enrique Eguizabal (Zaragoza) Enrique nos recibe a pie de calle en su botica de La Joyosa a 21 kmde Zaragoza. Desde que nalizara la Universidad hace 4 años se ha centrado en desarrollar su modelo de nego- cio sin perder de vista lo más importante: el paciente como centro de la atención farma- céutica. “Desde que empecé a trabajar siempre he tenido muy claro que nos encontramos en un contexto cambiante, y la farmacia tiene que adaptarse a estos cambios. Hemos dejado de ser un establecimiento en el que únicamente se vendían medicamentos a ser un centro de referenciasobre saludorientadoa laprevención con actos, talleres y actividades que fomentan los hábitos de vida saludables”. Este joven farmacéutico nos aporta una vi- sión fresca y actual de la profesión. “Estamos dejando atrás la gura de un farmacéutico que sólo estaba detrás del mostrador, para salir fuera y aumentar nuestra cartera de servicios y especializarnos en las necesidades de nuestros pacientes”. Precisamente esto es lo que de ne su día a día, con las peculiaridades que presenta la o cina de farmacia de un municipio de poco más de mil habitantes. La farmacia rural está condicionada por sus propias características, aunque también se puede innovar; Enrique es buena prueba de ello: “En un pueblo de pe- queñas dimensiones como es el nuestro cuesta mucho tener un alto porcentaje de venta en parafarmacia. Además, cuenta con grandes super cies en los alrededores, lo que lo di culta aún más. A pesar de ello hemos conseguido situar la dermocosmética y la nutrición como dos de nuestros pilares esenciales”. Un reto di- fícil de alcanzar, ya que hasta hace poco la venta en parafarmacia era prácticamente inexistente, pero no imposible. Reconocequeunode losproblemas esenciales del sector es garantizar la sostenibilidad a largo plazo del sis- tema actual de salud. “Si continúan las bajadas de precios y las medidas de ajuste de los Reales Decretos, se producirá un daño importante a las oficinas de farmacia y en especial al entorno rural, que depende más del medicamento. Es importante que se adopten medidas para garantizar la viabilidad de estas farmacias”. En cuanto a la guerra de precios: “es una realidad que no podemos obviar. No sólo te- nemos que competir entre nosotros, sino con las grandes super cies y otros gigantes como Amazon. La estrategia de bajar precios es tirar piedras sobre nuestropropio tejado, puestoque no somosmeros vendedores, sinoprofesionales de la salud y, como tales, debemos dar siempre el mejor consejo y asesoramiento profesional”. Consideraqueunabajada signi cativadepre- cios origina una devaluación de la con anza del paciente en el producto. “La estrategia de futuro es tenermayor grado de especialización, ofrecer calidad en el servicio y dar una mayor atención personalizada”. Enrique lo sabe de primera mano. Comenzó en el sector en plena crisis con las bajadas generalizadas y los recortes. El sello que dife- rencia su botica: la implicación en la salud del paciente. “Intentamos diferenciarnos del resto pornuestraparticipaciónactivaenlapromoción de la salud. Con este n, promovemos activi- dades de todo tipo, como charlas en el colegio de educación primaria, para asociaciones del municipio, actividades lúdicas comodesayunos saludables en la plaza del pueblo, concurso de tapas saludables, carreras populares con nes bené cos y, todo ello, poniendo especial énfasis en la importanciadel ejercicio físicoen la salud”. Resultado de esta labor es la creación de una unidad de optimización de la farmacoterapia en su botica. “Ante la necesidad de reinventar- nos y avanzar hacia la Atención Farmacéutica decidimos implantar esteproyectoque consiste en hacer seguimiento farmacoterapéutico a determinados pacientes en función de diversas características(polimedicación,etc.)”. Yencuan- to a la remuneración de estos servicios: “Para que puedan germinar es necesario que lleven aparejado una retribución o al menos en parte. Esoaumentaría lapercepcióndel valor añadido que ofrecen al paciente”. Ignacio Gallego (Teruel) Cella cuenta con casi 3 mil habitantes y un gran patrimonio natural. Nos acercamos a estemunicipio de la provincia deTeruel para conocer al único farmacéutico. Ignacio nos recibe en la puerta de su botica. Y es que este farmacéutico rural tiene una bonita historia que contar. “La farmaciapertenecióami abue- lo que la compró a principios de los años 40. Él falleció muy joven, por lo que mi familia tuvo que contratar aun farmacéutico regente hasta que mi madre terminó la licenciatura. Cuando yo terminémi carrera, fui farmacéuticoadjunto con ella, y cuando se jubiló pasé a ser el titular. Mi hijo Jorge ha empezado este año el grado de farmacia, por lo que espero que siga con la tradición familiar”. Herencia de padres a hijos que también ha sabido conservar el consejo experimentado de los más mayores. “Estoy orgulloso de mis compañeros y de mi colegio profesional, reco- nozco la labor que desarrollan todos ellos –que cada vez es más difícil en estos tiempos– y aprecio mucho su disposición a ayudar, son inmejorables colegas”. La provincia deTeruel presenta unas caracte- rísticas concretas con una bajada progresiva de la población y un envejecimiento de la sociedad. “Aquí los municipios disminuyen su población casi al mismo ritmo que los pre- cios de las medicinas, efecto que se aprecia claramente en la curva de los beneficios de empresa que tenemos; y aunque las exigencias “Estamos dejando atrás la figura de un farmacéutico que sólo estaba detrás del mostrador” “Debemos ofrecer una atención integral centrada en el bienestar y en la salud del paciente” >>

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