Una dieta rica en fibra puede ayudar a prevenir el asma

La incidencia del asma alérgica ha ido creciendo en las últimas décadas y lo ha hecho de manera inversamente proporcional al consumo de frutas y verduras. Un estudio llevado a cabo a por investigadores de la Universidad de Lausanne ha demostrado que esta relación no es casual. Hasta ahora se creía que la principal contribución de la fibra en la dieta era la prevención del cáncer de colon. Sin embargo, ahora se sabe que el procesado de la fibra alimentaria por las bacterias del tracto intestinal resulta en la liberación a la sangre de ácidos grasos capaces de influenciar la respuesta inmune en los pulmones.

En ratones de experimentación alimentados con una dieta pobre (0,3%) o rica (4%) en fibra fermentable , se observó que sólo los primeros exhibían reacciones alérgicas inflamatorias pulmonares cuando eran expuestos al ácaro del polvo. El porcentaje de fibra que propicia esta susceptibilidad es semejante al 0,6% de media que contiene la dieta occidental. La misma susceptibilidad se observó en animales alimentados con un 4% de fibra no fermentable, lo que indica que, en efecto, la fermentabilidad de la fibra por las bacterias intestinales es clave en la generación de protección.

Esta protección es el resultado de un proceso que tiene su inicio con la digestión bacteriana de la fibra y la subsiguiente generación de ácidos grasos de cadena corta que pasan al torrente sanguíneo y de ahí a la médula ósea, donde influencian la maduración de las células del sistema inmunitario; un proceso, éste último, que cursa con muy pocas diferencias entre humanos y ratones. Se están planeando estudios clínicos para examinar el efecto de la dieta rica en fibra fermentable en pacientes con alergia y enfermedades inflamatorias.

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