Medafar, una comunicación de valor añadido entre el farmacéutico y el médico

La Fundación Pharmaceutical Care y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) proponen, a través de Medafar, una comunicación de valor añadido entre el farmacéutico y el médico mediante la plataforma que ofrece la receta electrónica.

30/06/2016

La coordinación entre médicos y farmacéuticos es un elemento primordial para el ejercicio de una atención sanitaria óptima a los pacientes. El proyecto Medafar es un acuerdo para la comunicación bidireccional de médico a farmacéutico y de farmacéutico a médico. En él, participan dos sociedades científicas, la Fundación Pharmaceutical Care y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que cuentan con ...

La coordinación entre médicos y farmacéuticos es un elemento primordial para el ejercicio de una atención sanitaria óptima a los pacientes. El proyecto Medafar es un acuerdo para la comunicación bidireccional de médico a farmacéutico y de farmacéutico a médico. En él, participan dos sociedades científicas, la Fundación Pharmaceutical Care y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), que cuentan con el apoyo logístico de Esteve.

Raimundo Pastormédico de familia e investigador del proyecto Medafar, explica la evolución de este proyecto, en desarrollo desde hace diez años, que es de derivación fármaco-terapéutica. “Nuestro principal trabajo es derivar entre médicos y farmacéuticos, en los dos sentidos”, recalca. En una primera etapa, se realizaron estudios con enfermedades tan prevalentes y concretas como el asma y la hipertensión. Se fueron evaluando y clasificando las casuísticas y se elaboraron protocolos “para que todo el mundo hablara un mismo lenguaje”. Se editaron dos documentos que definen los procesos de coordinación entre médicos y farmacéuticos que ejercen la atención farmacéutica a pacientes que padecen asma o hipertensión. Luego, en una segunda fase, el proyecto se amplió a una Clasificación de Derivaciones Fármaco-terapéuticas. Se realizó un estudio de investigación que midió y analizó las derivaciones y las vías de coordinación entre médicos de Atención Primaria y farmacéuticos comunitarios, respecto a los problemas de la farmacoterapia. Dicho estudio concluyó que la coordinación es posible, efectiva y bidireccional.

Según Pastor, el objetivo era abarcar todas las derivaciones que habían observado. Están clasificadas en cuatro capítulos: (1) efectividad, (2) información, (3) necesidad y (4) seguridad. Las que más se producen son las de efectividad, pero todas, a su juicio, son muy importantes. “Ya tenemos un lenguaje común en el que se pueden entender perfectamente médicos y farmacéuticos. Incluso, ponemos a su disposición un glosario. El siguiente paso es reorganizar la manera de coordinarse, de cómo se transmiten los mensajes. En otros estudios, llevamos a cabo una validación de la clasificación y se ensayó si, cuando uno mandaba un mensaje, el otro lo consideraba oportuno. También marcamos la prioridad”, expone. Hay mensajes que son considerados “preferentes” y otros que son “normales”. Se determinó que, aparte del código y enunciado de la Clasificación, se pudiera añadir una matización. Por ejemplo, si hay un mal uso del medicamento, se puede relatar lo que sucede en no más de 140 caracteres. “La comprensibilidad y la adecuación son fundamentales en un mensaje. Por eso, tener prediseñada la estructura facilita la comunicación”, dice Pastor. La idea es que sea algo útil, “que sea rentable para atender correctamente a los pacientes”. Igualmente, se puede adjuntar, de forma accesoria, documentación en formato PDF.

Consideramos que el vehículo idóneo para esta comunicación es el mismo canal que las derivaciones de la receta electrónica. Nos da seguridad y el mensaje va directo de profesional a profesional”, sostiene. El de la receta electrónica es un canal ya en funcionamiento. Con todo, el colaborar y el comunicarse es una ganancia. “El hacerlo de forma profesional es lo que le da seriedad y valor añadido. Si conseguimos que haya una correcta coordinación entre profesionales, facilitaremos que los pacientes utilicen mejor los medicamentos u otras terapias y que alcancen mejores resultados”, argumenta Pastor. Las clasificaciones normalizan el lenguaje y este procedimiento, además, permite dejar registro de la actividad profesional entre médicos y farmacéuticos.

Autor: IM Farmacias
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