Todos los datos y el análisis completo del mercado de repelentes de insectos

En la primavera y el verano, con la llegada del buen tiempo y el hecho de que vestimos ropa más ligera, es habitual el incremento de consultas sobre picaduras en atención primaria.

11/07/2016

El olor característico del sudor y la sangre humana, y los hábitos propios de los meses estivales: la utilización de prendas de vestir ligeras y que dejan al descubierto grandes superficies del cuerpo, dormir con las ventanas abiertas y en ocasiones destapados, las vacaciones y las frecuentes excursiones al aire ...

El olor característico del sudor y la sangre humana, y los hábitos propios de los meses estivales: la utilización de prendas de vestir ligeras y que dejan al descubierto grandes superficies del cuerpo, dormir con las ventanas abiertas y en ocasiones destapados, las vacaciones y las frecuentes excursiones al aire libre predisponen a sufrir picaduras. Los repelentes de insectos representan la mejor arma para prevenir las picaduras.

En la mayoría de los casos las picaduras únicamente causan molestias locales, pero también pueden producir trastornos alérgicos generalizados (1-2%), en función de la sensibilidad de cada persona. Además, el uso adecuado de estos repelentes representa el mejor método profiláctico en enfermedades que se transmiten a través de la picadura de insectos vectores: paludismo, dengue, fiebre amarilla, leishmaniasis, enfermedad del sueño, enfermedad de Chagas, enfermedad de Lyme, peste bubónica, sarna, etc.

Los repelentes de insectos son sustancias que por su olor o naturaleza ofrecen protección contra las picaduras de insectos. Se aplican sobre las diversas zonas expuestas mediante diferentes sistemas: lociones, leches, vaporizadores, roll-on, stick-gel, toallitas impregnadas, etc., a través de los cuales los principios activos son depositados sobre la piel. Generalmente aseguran una protección de 4 a 8 horas después de su utilización. No matan al insecto pero lo mantienen alejado de la zona donde se ha aplicado el repelente. En el mercado farmacéutico se encuentran distintos repelentes de insectos. Algunos productos están formulados con un sólo principio activo, otros en cambio combinan varios a la vez. Las concentraciones también varían en función del preparado. Los principales principios activos que componen los repelentes que se encuentra actualmente en la oficina de farmacia, son los que se detallan a continuación.

·         Dietiltoluamida (DEET). Esta sustancia se sintetizó en 1954 para sustituir al dimetilftalato. Su acción consiste en producir sensaciones desagradables en los terminales sensitivos de los insectos, de esta manera, se consigue el efecto repelente. La DEET tiene una eficacia suficiente como repelente y además, debido a su elevada volatilidad, crea a la vez un entorno repulsivo para los insectos alrededor de las zonas donde se aplica. Presenta algunos inconvenientes. Alto grado de absorción cutánea que produce cierto grado de toxicidad (especialmente en los más pequeños y en personas con pieles sensibles). Efecto irritante si se aplica sobre heridas. Puede producir cefalea si se formula a concentraciones superiores al 30%. No se aconseja su utilización en niños menores de 6 años. Debe tenerse en cuenta que el DEET reduce el factor de protección solar. Por esta razón se recomienda el uso de una pantalla de mayor índice de protección solar que el habitual si se planea aplicar un repelente con este principio activo. No se ha de olvidar su principal ventaja: los años de experiencia en la utilización de la DEET como repelente de insectos y su gran eficacia frente a mosquitos, moscas, garrapatas, pulgas, así como frente a la sanguijuela. Como otros repelentes no sirve contra abejas, avispas y hormigas.

·         Bayrepel o picaridina. Su composición es ácido 1-piperidincarboxílico, 2-(2-hidroxietil)-1-metilpropiléster. La creación de este principio activo representa las últimas tendencias en la búsqueda de nuevas moléculas repelentes de insectos. Este producto interfiere los receptores específicos de los insectos. Presenta muchas ventajas: es efectivo, seguro, con buenas propiedades cosméticas, compatible con otros materiales y de fácil formulación. Es eficaz frente a moscas y mosquitos. Se ha demostrado que a concentraciones iguales tiene un tiempo de protección siempre igual o mayor a otros principios activos. También es efectivo frente a garrapatas. No es agresivo con la piel ni produce irritaciones. Su absorción es baja y por esta razón es un principio activo seguro. Puede incluirse en su formulación aloe vera, lo que mejora sus propiedades cosméticas y su tolerancia en pieles sensibles. No es un principio activo graso y su ausencia de olor permite la obtención de aromas agradables.

·         Aceite de citronella. Fue el primer repelente de insectos que se utilizó. Es un extracto de los derivados terpénicos presentes en distintas especies vegetales (citronella de Ceilán y citronella de Java). (…)

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Autor: IM Farmacias
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