¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.
Con una amplia trayectoria en el sector sanitario, Soledad Parra nos descubre su experiencia en los 37 años que lleva ejerciendo como farmacéutica. Titular de una oficina rural en el pequeño municipio de Los Martínez del Puerto, declara haber cumplido su sueño. “Mi gran pasión es la labor diaria que ...
Con una amplia trayectoria en el sector sanitario, Soledad Parra nos descubre su experiencia en los 37 años que lleva ejerciendo como farmacéutica. Titular de una oficina rural en el pequeño municipio de Los Martínez del Puerto, declara haber cumplido su sueño. “Mi gran pasión es la labor diaria que desempeño detrás del mostrador, lo que más me reconforta es el trato humano, el contacto con el usuario de a pie”. Su trabajo al frente de la farmacia rural le reporta grandes satisfacciones, aunque también requiere mayor dedicación y entrega, ya que en muchos casos el farmacéutico se convierte en el único contacto con personal sanitario que tienen los pacientes. “La oficina rural presenta múltiples ventajas, pero también inconvenientes. Trato de ser optimista, filtrar sólo lo bueno, e intentar subsanar lo malo”.
La botica, situada a 22 kilómetros de Murcia, también ha experimentado los cambios que se están produciendo en el sector. “Hoy más que nunca, nuestra labor requiere de una completa entrega, trabajar para conseguir una atención cada vez más personalizada y ajustada a los condicionamientos de cada paciente, y, sobre todo, profesionalizar el consejo farmacéutico”. Consciente de que el usuario de la oficina rural acude a ella fundamentalmente en busca de un consejo profesional, se afana por mejorar día a día la atención farmacéutica. “Sólo de esta manera se logrará la excelencia en la asistencia y el desarrollo de nuestra función social”.
En relación con el futuro del modelo de farmacia en nuestro país, asegura que “los datos nos aportan buenas perspectivas para la farmacia actual, asimismo inciden en el papel fundamental que desempeña el farmacéutico como elemento sustancial a la propia oficina”. No obstante señala las distintas peculiaridades que ofrece cada botica en función de la ubicación y la formación y personalidad del titular que la regenta. “En la farmacia rural se dispensa sobre todo medicamentos, aproximadamente un 80% de las recetas pertenecen a prescripciones médicas; mientras que el 20% restante se asocia con el resto de productos”.
Advierte de la incidencia que han provocado determinadas acciones políticas en la rutina diaria del farmacéutico, con especial atención sobre los efectos que han producido en determinadas colectividades, como los pensionistas. “A nuestra farmacia acuden sobre todo personas mayores, lo cual explica que hayamos tenido que realizar un gran esfuerzo para asimilar algunas medidas, tales como el copago, y, sobre todo, concienciar a la población de que son necesarias. Por tanto, considero que se han llevado a cabo acciones adecuadas para contener el gasto farmacéutico, ya que nuestro sistema sanitario es insostenible con la crisis, pero han sido mal recibidas por parte de los usuarios”.
De forma complementaria a la centralización en el gasto farmacéutico, Soledad apunta la posibilidad de que las medidas se hubieran dirigido hacia otros ámbitos, como el hospitalario, y subraya que la mejor solución a la crisis no está en aplicar más recortes, sino en una gestión basada en la excelencia. “Esta es la llave para mantener el sistema, la gestión liderada por personal conocedor del problema, con una buena formación y una óptima preparación”. Para ello, la formación es esencial, si se quiere ofrecer una atención profesional y una optimización de los recursos. “En mi caso, me he especializado en homeopatía, además soy especialista en Análisis Clínicos, Bioquímica, Gastroenterología y Nutrición comunitaria a través de cursos organizados por el Colegio, Laboratorios, experiencia Hospitalaria y Máster”.
Antes de despedirse de nosotros, Soledad lanza un mensaje positivo que augura un futuro prometedor para la farmacia. “La sociedad siempre necesitará al profesional farmacéutico, y éste, a la vez, ejercerá con gran satisfacción su responsabilidad social”.
