En un escrito remitido a los más altos cargos de la CE, exigen que se actualice el Plan contra las AMR.
El director general de la EFPIA, Richard Bergström, y la secretaria general del organismo, Nina Renshaw, han publicado un escrito dirigido al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en el que critican la ausencia de referencias a la actualización del plan contra las resistencias antimicrobianas en el último Debate ...
El director general de la EFPIA, Richard Bergström, y la secretaria general del organismo, Nina Renshaw, han publicado un escrito dirigido al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, en el que critican la ausencia de referencias a la actualización del plan contra las resistencias antimicrobianas en el último Debate sobre el Estado la Unión Europea. La carta, con copia a Frans Timmermans y Jyrki Katainen, vicepresidentes de la CE, así como a Alexander Italiener, secretario general, y al comisario Vytenis Andriukaitis, señala que “en nombre de la Alianza Europea de Salud Pública (EPHA) y la Federación Europea de la Industria Farmacéutica (EFPIA), lamentamos que en su locución sobre el Estado de la Unión Europea no se dedicara más atención al papel de Europa en la protección y mejora de la salud en toda la Unión. En particular, hacemos un llamado a que tome medidas decisivas con respecto a la amenaza mundial de la resistencia a los antimicrobianos (AMR), la mayor amenaza de la era moderna en Europa. Sin una acción política, una era post-antibiótico podría costar 10 millones de vidas en todo el mundo cada año para el 2050, lo que supondría a un coste de 100 billones de dólares de PIB mundial”.
En el escrito, se pide a Juncker que con urgencia publique una prórroga del European AMR Action Plan 2011, que expirará en noviembre. “Creemos que este plan de acción será tan ambicioso como lo es el desafío que supone, y debe incluir aspectos relativos a los planes nacionales - con objetivos adecuados; nuevas formas de investigación y comercialización de antibióticos; y ofrecer una visión general de las medidas legislativas que deben adoptarse a nivel de la UE para abordar el mal uso de antibióticos en todos los sectores”. Y también hacen un llamamiento para movilizar los esfuerzos en la diplomacia de la salud pública hacia el G7, G20, y la ONU, similar a la del papel principal de Europa para garantizar un marco de compromisos para combatir el cambio climático.
El texto acaba alertando de la amenaza de las infecciones resistentes a los medicamentos en una era post-antibiótica, con un retorno a la "edad oscura de la medicina", donde los procedimientos de rutina e intervenciones quirúrgicas, como la quimioterapia, se conviertieron en un peligro para la vida en sí misma y las infecciones simples pueden una vez más llegar a ser “penas de muerte”.
