Este verano, Phytoplage reivindica el "flower power". En los años setenta, Phytoplage fue el primer aceite solar capilar en aterrizar en las playas. Se trata de protección para el cabello expuesto al sol, la sal del mar y el cloro de la piscina, pero también un auténtico baño de nutrición; ...
Este verano, Phytoplage reivindica el "flower power". En los años setenta, Phytoplage fue el primer aceite solar capilar en aterrizar en las playas. Se trata de protección para el cabello expuesto al sol, la sal del mar y el cloro de la piscina, pero también un auténtico baño de nutrición; después de 42 años, el aceite cubre todas las necesidades.
El mítico Aceite protector "L´Originale" se viste de flores inspiradas en los estampados típicos de los setenta y nos conquista con sus matices frescos y solares. Un "dress code" que también adopta otro producto de culto, el Velo protector. Ya sea seco, ultra-seco, dañado o normal, todos los tipos de cabello dicen "sí" a este estilo playero, símbolo de un feliz retorno a los años setenta.
El "flower power" es también el poder vegetal de Phyto, una poderosa acción de cuidado procedente de la naturaleza, capaz de responder a la perfección a las necesidades del cabello durante el verano. Preciosa flor del color del sol, la caléndula se conoce también como "solesquia", procedente del latín y que significa "que sigue al sol". Una auténtica groupie del astro rey, esta flor se mueve durante el día siguiendo los rayos del sol y se cierra cuando este se pone. La presencia de carotenoides y de polifenoles le confiere propiedades protectoras anti-oxidantes, particularmente interesantes. Este verano, la caléndula se incorpora en toda la gama Phytoplage: en los dos protectores míticos, el Aceite protector y el Velo protector, pero también en los tratamientos after-sun, el Champú rehidratante, la Mascarilla reparadora y el Spray reparador.
El neroli y las notas verdes abren el baile de la fragancia. Después estallan el Ylang-ylang, el jazmín y la adictiva flor de naranjo, que se envuelven en almizcles dulces. Para el cabello que reclama una elevada dosis de cuidado y brillo, para el cabello ultra-seco y dañado que se vuelve frágil y se seca durante el verano o cuyo color se apaga bajo los rayos del sol.
Foto: J.P. Bonnotte/Gamma
