Cinco fueron las propuestas fiscales que el economista, asesor fiscal y socio director de Taxfarma Asesores, Juan Antonio Sánchez, desgranó en la charla que ofreció en la primera jornada del Congreso Nacional de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), que se celebra hasta el viernes en Gijón, para mejorar ...
Cinco fueron las propuestas fiscales que el economista, asesor fiscal y socio director de Taxfarma Asesores, Juan Antonio Sánchez, desgranó en la charla que ofreció en la primera jornada del Congreso Nacional de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), que se celebra hasta el viernes en Gijón, para mejorar la fiscalidad de la farmacia española. Tras explicar cuál es la situación actual tras la reforma fiscal del Gobierno del PP, con un tipo impositivo máximo del IRPF del 45% cuando el promedio de la Unión Europea es del 39%, dejó claro que "lo único que cabe es hacer propuestas" para el futuro.
De mano, planteó recuperar los incentivos fiscales al mantenimiento y la creación de empleo a través de medidas como la reducción del rendimiento neto gradual para beneficiar a los farmacéuticos que mantengan plantillas utilizando de promedio el año anterior para aplicarlas o favoreciendo al primer empleado contratado, aunque sea a jornada parcial. Un segundo bloque de medidas, según el economista, debería favorecer la reinversión empresarial.
Pasar por caja
"Ahora siempre hay que pasar por caja aunque existen comunidades autónomas en las que este incentivo existe", dijo, proponiendo, entre otros estímulos fiscales, exenciones por reinversión en otra farmacia "para no desanimar", diferimientos impositivos si se invierte en otro tipo de negocio o ampliar el importe exento de gravamen de 240.000 euros al menos a 500.000 para los mayores de 65 años. "La reinversión en una renta vitalicia es un negocio del Gobierno", aseveró al respecto.
En tercer lugar, planteó que se incentiven los planes de retribución flexible que se están realizando en las pymes y que, en el caso de las farmacias, podrían llevarse a cabo con deducciones en la cuota del IRPF añadida al gasto deducible para pagar, por ejemplo, los costes de guardería y escolarización de los hijos de los empleados o sus planes de pensiones. E incluso a través de deducciones en herramientas informáticas que "redunden en que la conciliación de los trabajadores sea mejor" o simplemente medidas puestas en práctica para favorecer esa conciliación laboral y familiar.
Un cuarto grupo de propuestas fiscales iría dirigido a mejorar el régimen de pymes que se trasladan a la farmacia, "como por ejemplo la libertad de amortización para crear empleo en inmuebles usados, teniendo en cuenta así la dificultad que tienen los farmacéuticos para adquirir locales nuevos puesto que una farmacia no puede elegir donde se coloca".
Otras medidas que planteó Sánchez en este sentido son ampliar el régimen de bienes de escaso valor de los 300 euros actuales a 1.000 euros "puesto que cualquier inversión en una farmacia vale un dinero", aumentar también el porcentaje de morosidad al 10% y "que se pueda provisionar lo que las consejerías de Seguridad Social nos deben cuando impagan" o volver a implantar deducciones para el fomento a la inversión en tecnologías y añadir las de seguridad informática.
Incentivos a emprendedores
"Es importante también que haya deducciones para el cumplimiento de la protección de datos y riesgos laborales", añadió, explicando que un quinto bloque de propuestas estaría encaminado a actualizar incentivos a los emprendedores "que hace muchos años se llamaban valientes que se la juegan y compran una farmacia". En concreto, mencionó medidas "muy dirigidas" a las personas que adquieren farmacias y asumen nuevas aperturas.
"Ahora existe una reducción del 20% por inicio de actividad durante dos años y como mínimo debería ser de cuatro años", sostuvo, considerando también que "se ha de hacer un esfuerzo de información fiscal a los farmacéuticos, porque cada día existe un mayor interés". Al respecto, consideró que incluso debería ser materia curricular en la universidad.
Sánchez, además, explicó a los farmacéuticos presentes en la charla que, ante una inspección de Hacienda, tienen derecho a que se les pida consentimiento para llevarla a cabo y, en caso de negarse, "no va a ser peor" porque cabrían dos posibilidades: que el inspector de Hacienda llevase encima una orden judicial o no.
"Y una orden judicial no se hace in itinere. Hay que pedírsela a un juez para entrar en un negocio concreto y en base a algo", aseguró, "y los motivos tienen que ser grandes diferencias entre los márgenes, información proporcionada por terceros o la existencia de software que oculta rentas. Y para que vengan de esa manera tenéis que estar haciéndolo rematadamente mal".
