Convencido de que la revolución digital ha llegado a la farmacia para quedarse, y consciente del impacto de las nuevas tecnologías en la antigua botica, Antonio Barios (Lleida) nos recibe en lo que hoy en día es su proyecto de vida. Desde que decidiera tomar las riendas de la Farmacia Baquero, ...
Convencido de que la revolución digital ha llegado a la farmacia para quedarse, y consciente del impacto de las nuevas tecnologías en la antigua botica, Antonio Barios (Lleida) nos recibe en lo que hoy en día es su proyecto de vida.
Desde que decidiera tomar las riendas de la Farmacia Baquero, no ha dejado de innovar. "Son ya 20 años los que llevo ejerciendo como farmacéutico. Empecé trabajando en la industria farmacéutica un par de años, y fui titular de otras dos farmacias antes de seguir con el negocio familiar, que actualmente comparto con mi hermana Rosalía".
Apasionado de su profesión, declara sentir una fuerte vocación por ayudar a los demás; lo aprendió desde que, siendo muy pequeño, viera como lo hacía su madre. "Siempre me ha atraído mucho la gestión y emprender nuevos proyectos. La verdad es que estar al frente de la farmacia familiar ha sido un auténtico reto para mí".
Más aún en un momento de cambio en el que la farmacia se está adaptando a las nuevas necesidades y rutinas del usuario. Desde su antiguo barrio de Lleida, Antonio está apostando por la innovación y la digitalización de la rebotica. "La revolución digital es ya un hecho, y es el momento de salir del área de confort e innovar".
Con un perfil de usuario que varía de las familias con niños hasta personas de 55 años, Antonio ha puesto en marcha una estrategia de fidelización basada en ofrecer soluciones de forma personalizada. "Llevamos 4 años evolucionando en el entorno digital, y eso nos ha reportado grandes éxitos. Trabajamos tanto las RRSS como la profesionalización de nuestra web (www.pharma20.es), con lo que conseguimos estar presentes en el móvil de nuestros usuarios y ser sus farmacéuticos en todo momento, tanto en la farmacia como cuando están en su casa, en el trabajo o en el parque con sus hijos. Esto es una ventaja".
Así, la Farmacia Baquero se ha convertido en un ejemplo de cómo la botica debe evolucionar a la par que lo hacen los usuarios, los estilos de vida y los hábitos de compra. "No utilizamos el precio de los productos como estrategia de fidelización. Nos granjeamos su lealtad apostando por un trato y un servicio excepcional y generando experiencias en el punto de venta".
Precisamente esto es lo que les diferencia de otras oficinas de farmacia: "Nuestro sello de identidad es la atención al usuario, la digitalización y el uso de la tecnología en el punto de venta", añade Antonio, y advierte: "Los nuevos servicios serán remunerados siempre que seamos capaces de ofrecer un servicio de calidad al usuario y que éste sea consciente de ello. Cobrar por un servicio que no se percibe como tal puede ser contraproducente".
A pesar de todos los logros alcanzados, Antonio aún echa en falta medidas menos restrictivas para la farmacia. "Es importante que las medidas que se tomen vayan destinadas a reconocernos como profesionales sanitarios con capacidad para ofrecer servicios profesionales en las oficinas de farmacia".
Por último nos descubre cuál va a ser la estrategia a largo plazo. "Nuestra prioridad es la satisfacción del usuario. Por esta razón trabajamos con un CRM integrado en nuestro programa de gestión que nos permite conocer mejor al cliente por sus hábitos de compra, segmentar a los usuarios por intereses comunes y trabajar con campañas de marketing personalizadas".
