Estar sanos es algo que raramente depende de la suerte: el estilo de vida influye mucho y uno mismo es, en gran parte, el responsable de su salud y bienestar. El equipo de la Farmacia Conde Duque, en Madrid, compuesto por siete personas, se muestra cercano para que el paciente ...
Estar sanos es algo que raramente depende de la suerte: el estilo de vida influye mucho y uno mismo es, en gran parte, el responsable de su salud y bienestar. El equipo de la Farmacia Conde Duque, en Madrid, compuesto por siete personas, se muestra cercano para que el paciente tenga confianza para acercarse y pedir un consejo de salud. Su titular, Elena Requejo López, explica que es una pequeña farmacia "de barrio y un poco de paso". La última vez que la reformó fue en 2011, con la intención de aumentar el espacio al público y la venta de parafarmacia. "Ya empecé con el tema de impulsar las ventas de parafarmacia en el 2008. Pero, llegó un punto en el que se estancó un poco y por eso la reformé. Aumentamos el espacio al público para incrementar las gamas, sobre todo de cosmética y de fitoterapia", dice.
El modelo que potencian es el de ir hacia "un buen servicio al paciente". Para ello, considera que es necesaria "mucha formación". Añade que ponen en marcha los servicios que, con el poco espacio del que disponen, pueden. "Tenemos servicio personalizado de dietista-nutricionista, análisis en cinco minutos de colesterol total, etcétera", afirma. En ese etcétera están la toma de tensión, el análisis de glucosa, triglicéridos, transaminasas, creatinina y ácido úrico, el análisis nutrigenético, la saturación de oxígeno en sangre, el peso y masa corporal, la medida de la grasa corporal, el servicio de dermoconsejera o la atención farmacéutica en problemas de fertilidad. Requejo López hace hincapié en que sobre todo se diferencia en el barrio "por la formación que tiene la gente del equipo". Reciben una formación cada semana, en la propia farmacia o externa.
Cuestionada por la salud de la farmacia española, diagnostica un buen estado. Al menos, "de momento". "Nos estamos adaptando a las nuevas necesidades. Y eso que cada vez lo tenemos más difícil. Estamos acostumbrados a reciclarnos, a estudiar. Estamos muy volcados al paciente. Espero que el futuro sea bueno", reflexiona. Ella, incide, lo que más ha hecho para esa adaptación es la formación. "En todos los ámbitos. En ventas, en atención al paciente. Hacemos campañas de salud para potenciar la prevención. Campañas para la prevención de la diabetes, para la detección de riesgo cardiovascular, para detección de la tensión alta", prosigue. Opina que "la farmacia del futuro estará cada vez más orientada al paciente y al ciudadano en general". Recuerda, en ese sentido, que hay muchos productos en las boticas dirigidos al cliente sano, aunque hay muchos usuarios que no saben la existencia de esos artículos que para utilizarlos no hay que estar enfermo.
Requejo López es socia de Cofares. Está contenta con dicha cooperativa. "Tenemos tres pedidos diarios, lo que es un lujo. Sobre todo en Madrid, donde hay muchas farmacias muy pequeñas. Me gustan los servicios que nos dan en general. Hay algunos que son muy interesantes como, por ejemplo, el servicio Nexo. Tienen acuerdos con laboratorios que hacen más descuentos. Para farmacias que no tenemos almacén, poder pedir de dos en dos unidades con un buen descuento es un lujo. También te orientan en PVP, te dan formación y viene una especialista en Marketing para ayudarte en la colocación", recalca. Por último, manifiesta que es "muy positivo tener más contacto entre nosotros, los farmacéuticos". Concluye que "la competencia no está en el compañero más próximo, sino otros canales".
