"Está por cuantificar el daño que nos ocasionará la reciente bajada de precios de cientos de medicamentos"

¿Cómo ha evolucionado el papel del farmacéutico? ¿Hacia dónde se dirige la farmacia como espacio de salud? A pie de calle, en contacto directo con los profesionales del sector, buscamos respuestas a éstas y otras preguntas clave.

05/02/2018

Hada Abad nos cuenta su historia de vida: "Desde pequeñita he tenido una clara vocación biosanitaria, y aún recuerdo cuando bromeaba con que, de mayor, sería farmacéutica; al final el tiempo me ha dado la razón, y hoy tengo la suerte de dedicarme a lo que más me gusta: la ...

Hada Abad nos cuenta su historia de vida: "Desde pequeñita he tenido una clara vocación biosanitaria, y aún recuerdo cuando bromeaba con que, de mayor, sería farmacéutica; al final el tiempo me ha dado la razón, y hoy tengo la suerte de dedicarme a lo que más me gusta: la farmacia".

Esta joven nos recibe tras el mostrador de una moderna farmacia rural en el municipio de Turón. En ella todo gira en torno a un concepto: la salud. "Compré mi farmacia hace poco menos de un año después de terminar mis estudios de Máster de formación de profesorado y un periodo en el que impartí clases de Radiofarmacia en FP de Imagen para el diagnóstico y Medicina nuclear".

Representa a esa generación de jóvenes que no tienen miedo al futuro y deciden iniciar su propio proyecto empresarial. Segura de que su gran activo es la preparación y la profesionalidad, disfruta realizando lo que más le gusta: solucionar los problemas de salud de las personas, "es una labor muy recompensante que no se paga con dinero". Concretamente, la población a la que atiende delimita la actividad de la farmacia y la gama de productos y servicios que más se demandan. "El hecho de que mi farmacia esté ubicada en una población rural tiene muchas ventajas. Por ejemplo, el trato con los médicos es extraordinario, tenemos una comunicación diaria y directa, lo cual resulta impensable en una gran ciudad. Llamamos y llaman para hacer consultas, así logramos una atención integral del paciente, además de mucho más personalizada".

Pero también han habido muchos inconvenientes: "No todo ha sido un camino de rosas, aún queda mucho por hacer en favor de nuestro sector. Recientemente, en enero de 2018, hemos tenido que afrontar una importante bajada de precios de cientos de medicamentos, y todavía está por cuantificar el daño que nos ocasionará", se queja, y advierte: "Está claro que así no podemos seguir, puesto que hay muchas farmacias en situaciones muy comprometidas. En Asturias nos jactamos de tener una red de farmacias estupenda, pero el problema es que no vamos a poder mantenerla".

En cuanto a la solución de futuro, Hada nos confiesa: "La sostenibilidad de la farmacia depende de estos factores externos, pero no podemos olvidar de que de nosotros depende absolutamente todo lo demás: no despilfarrar, tener buen equipo, buen asesoramiento, innovar dentro de la viabilidad propia, ser consecuente con lo que se hace y tratar a los clientes como se merecen, ofreciendo un servicio de calidad". Ya no es suficiente con dispensar medicamentos para que una farmacia sea sostenible, es necesario apostar por servicios añadidos que aporten un plus a la atención. "Antes la farmacia se centraba en la dispensación y en dar algún servicio básico, ahora nos tenemos que poner las pilas para diferenciarnos y para buscar nuevos canales de venta: ortopedia, dermocosmética, nutrición deportiva, etc.".

En Asturias aún no han sufrido los impagos, pero es una cuestión inadmisible para esta joven farmacéutica. "Se trata de una situación que me produce mucho desasosiego, no dejo de pensar que si hubiera comprado la oficina de farmacia en otra comunidad podría verme en un gran problema", admite con tristeza, y añade: "No comprendo cómo hemos podido llegar a este punto, y esperemos que nunca llegue a Asturias".

La farmacia rural ha sufrido de primera mano los efectos de los recortes. "Las condiciones de este tipo de farmacias no son las mismas que las de la ciudad. Por ejemplo, no se concibe que a una farmacia con poca facturación se le obligue a tener guardia localizada 365 días al año. Si no tienes ingresos suficientes como para contratar a alguien, eres esclava 24horas, 365 días al año, lo que hace que esas farmacias probablemente tiendan a desaparecer puesto que su venta es muy complicada". Hada propone al respecto "revisar la Ley de ordenación farmacéutica y el Decreto de 2001 que regula los horarios y servicios de urgencia de las oficinas de farmacia, sólo así podremos sobrevivir".

Autor: IM Farmacias
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