Esta enfermedad crónica de la piel afecta al 3% de la población mundial, y un 7% de los afectados asegura sufrir inseguridad, estrés y angustia. Es ante todo un problema estético, lo que llega a alterar la propia imagen en las relaciones con los demás. La psoriasis se manifiesta con ...
Esta enfermedad crónica de la piel afecta al 3% de la población mundial, y un 7% de los afectados asegura sufrir inseguridad, estrés y angustia. Es ante todo un problema estético, lo que llega a alterar la propia imagen en las relaciones con los demás. La psoriasis se manifiesta con placas de escamas secas que se levantan fácilmente al rascarlas y dejan debajo una superficie roja, que puede llegar a sangrar fácilmente. Esta enfermedad genética permanece durante toda la vida, aunque con intervalos de erupciones y alivios de frecuencia y duración imprevisibles. Es benigna y no contagiosa. Aparece a cualquier edad pero, de media, suele iniciarse a los 27 años. Puede afectar también a las articulaciones (artritis, dactilitis y entesitis) o asociarse a un mayor riesgo de padecer síndrome metabólico (obesidad abdominal, dislipemia e hiperglucemias), a la enfermedad de Crohn o a la depresión.
Cómo es una lesión psoriática
La piel afectada por psoriasis presenta una abundante proliferación de queratinocitos, con el consecuente espesamiento de la capa córnea (hiperqueratosis). La causa es la renovación excesiva de la epidermis que se da cada 8 días en lugar de 21, porque las células germinativas se dividen con mucha celeridad. El resultado es que las células surgidas de ésta división avanzan a gran velocidad hacia la superficie, aunque su maduración se ve perturbada y no llegan a su destino. Los núcleos persisten en las células córneas que, a su vez, ya no se adhieren sólidamente las unas a las otras y se descaman con mucha rapidez. A esta alteración de la barrera cutánea se añaden fenómenos inflamatorios subyacentes con dilatación de los capilares de la dermis.
Aparición y avance de la psoriasis
En las primeras fases la psoriasis puede ser prácticamente imperceptible. A medida que la enfermedad avanza la piel aparece más tirante, con sensación de picor y malestar. El dermatólogo establecerá el tratamiento más adecuado según el grado de la enfermedad. Es importante recordar al paciente que no debe automedicarse ni recurrir a soluciones dudosas que pueden empeorar la afección. Aunque la causa de la enfermedad no se conoce bien todavía, se sabe que en la psoriasis intervienen varios factores.
El factor hereditario. Conviene tener presente que los padres transmiten a los hijos la receptividad a esta enfermedad.
Factores inmunológicos. La psoriasis, a pesar de su transmisión genética, sólo aparece si puede desarrollarse una reacción inmunitaria mediatizada por los linfocitos T en la piel del enfermo potencial.
Factores externos. Entre estos factores se cuentan los antígenos presentes en el medio ambiente y el estrés.
Dónde se localiza y qué agrava esta enfermedad
Las localizaciones habituales son el cuero cabelludo, los codos y las rodillas. Pero también en la zona lumbar, las uñas (afección frecuente que puede confundirse con una micosis) en las palmas de las manos y las plantas de los pies. Es frecuente que afecte las zonas con pliegues. Hay muchos factores que influyen directamente sobre la enfermedad y sus continuos brotes. El estrés puede producir una erupción de psoriasis o ser un factor desencadenante de la misma. La ingesta de medicamentos también puede causar psoriasis.
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