Álvaro Sánchez comenzó a ser boticario en 2007 con gran ilusión y entusiasmo. Farmacéutico de mostrador, como le gusta definirse, lo suyo le venía de herencia: desde la saga que inauguró su abuela hasta nuestros días, muchos han sido los farmacéuticos en esta familia. "Todos hemos heredado el amor por ...
Álvaro Sánchez comenzó a ser boticario en 2007 con gran ilusión y entusiasmo. Farmacéutico de mostrador, como le gusta definirse, lo suyo le venía de herencia: desde la saga que inauguró su abuela hasta nuestros días, muchos han sido los farmacéuticos en esta familia. "Todos hemos heredado el amor por la botica. La primera la abrió mi abuela paterna en el pueblo de Fuente Álamo, y desde entonces todos mis tíos, primos y hermanos nos hemos dedicado en cuerpo y alma a la farmacia".
Gran profesional y mejor especialista, Álvaro disfruta con la labor asistencial. "Actualmente trabajo como adjunto con mi padre donde intentamos combinar la farmacia más tradicional con la innovación de las nuevas generaciones. Pero lo que más me satisface es la parte asistencial". Asegura que para ello es importante estar actualizado, saber empatizar con el paciente y realizar la labor de seguimiento de tratamientos, detección de posibles interacciones terapéuticas y ayudar a la mejora de la calidad asistencial.
Todo un decálogo de buenas prácticas que sintetiza la importante labor que desarrolla su farmacia ubicada en el centro de Cartagena. "Tenemos un público urbanitas, al estar en un lugar céntrico, disfrutamos del paso de muchos cruceros. Es una zona que ha prosperado mucho en los últimos años, lo cual ha hecho cambiar el perfil tradicional de la población pasando del perfil de pacientes de edad avanzada a un público más heterogéneo".
El impacto de la crisis también se ha dejado sentir en la botica murciana. "Hemos tenido que apretarnos el cinturón, lo cual no ha sido nada fácil, pero al final hemos salido fortalecidos". Entre los beneficios que ha traído la crisis, "hemos aprendido a optimizar los recursos, reforzar determinados servicios y fomentar las actividades dentro de la farmacia", aclara, y añade: "Afortunadamente, en nuestra profesión manejamos un campo muy amplio de mercado y siempre existen nuevas oportunidades"
Cambios que también han afectado al modelo de farmacia. "Nos hemos visto obligados a evolucionar a marchas forzadas, evolución marcada por los continuos cambios y por los ajustes que hemos tenido que afrontar con motivo de la crisis". Efectos que, sin duda, han tenido su recompensa: "En estos años he visto una mayor implicación de la figura del farmacéutico. Si antes dedicábamos más tiempo a cuestiones empresariales y relacionadas con la contabilidad, ahora estamos mucho más especializados, más comprometidos con el paciente y, sobre todo, preparados para los retos que plantea el futuro".
Firme defensor de la farmacia como herramienta clave para la salud pública, Álvaro reclama una mayor colaboración entre profesionales. "Colaborar con los profesionales de los centros de salud y hospitales puede traducirse no solo en descongestionar la sanidad pública, sino también en una mejora en la administración de los recursos, así como en un mejor seguimiento de la evolución de los pacientes y de sus tratamientos", asegura, al tiempo que subraya la importante contribución social y sanitaria que desarrolla el farmacéutico. "Intentamos que el paciente conozca perfectamente sus tratamientos, así como los posibles problemas asociados a ellos, de manera que priorice nuestra labor sanitaria por encima del aspecto meramente comercial".
Y en este punto hay que hablar de precios. "Si lo único que buscan nuestros clientes es mejores precios, es que en algo estamos fallando", advierte, y concluye: "Hay algo para mí impagable que es el consejo farmacéutico y el hecho de tener un profesional sanitario disponible las 24 horas que ofrece un criterio profesional de calidad".
Toda una reivindicación desde la profesionalidad. "Nuestro consejo como expertos del medicamento que abarca no solo tratamientos farmacológicos, sino campos como dermofarmacia, nutrición, óptica ortopedia, etc., nos refuerza con un valor impagable. Hemos sabido salir adelante ante unas condiciones muy adversas, todo con el fin de que los cambios nunca afecten a quienes nos debemos: nuestros pacientes".
