La I+D farmacéutica se aproxima a un horizonte netamente biotecnológico

Como recuerda Farmaindustria dos tercios de la mejora en la esperanza de vida, experimentada en las últimas décadas por las sociedades más avanzadas, se debe a los nuevos fármacos. Una fuerza capaz de transformar los sistemas sanitarios, a través de una I+D biomédica en un contexto progresivamente abierto y colaborativo.

11/01/2019

Actualmente, el sector farmacéutico español está compuesto por 154 compañías, agrupadas en Farmaindustria, con una capacidad productiva que genera el 73% del mercado de prescripción, tanto comunitario como en hospitales. La fuerza de un sector La fuerza del sector farmacéutico innovador, visualizado a través de su asociación Farmaindustria, renueva cada año su ...

Actualmente, el sector farmacéutico español está compuesto por 154 compañías, agrupadas en Farmaindustria, con una capacidad productiva que genera el 73% del mercado de prescripción, tanto comunitario como en hospitales.

La fuerza de un sector

La fuerza del sector farmacéutico innovador, visualizado a través de su asociación Farmaindustria, renueva cada año su compromiso con la salud de los ciudadanos, la innovación terapéutica y la pervivencia del sistema sanitario. En ese afán, coincide con el resto de Europa, que invierte cada año en I+D 35.000 millones de euros, contando con el entusiasmo de 100.000 profesionales altamente especializados.

Mientras que en España, los 40.000 profesionales que trabajan en la industria farmacéutica, de los que más de 4.800 lo hacen en I+D, ofrecen una productividad individual de 155.675 euros por colaborador. Lo que permite que su producción supere los 15.000 millones de euros en valor, de los cuales más de 11.000 millones de euros se destinan al sector exterior, vía exportaciones.

Se trata de una apuesta decidida por la innovación, al decir de los responsables de la patronal, ya que el sector invierte en I+D industrial cerca de 1.100 millones de euros anuales, equivalente al 21% de la inversión industrial total del país en investigación. Con el hecho destacable de que el 50% de dicha inversión se realiza en colaboración con centros asistenciales, públicos y privados, del país. Entre los méritos que acredita Farmaindustria, está la labor que se realiza en fases clínicas de investigación, como ilustra el programa Farma-Biotech, que alista a pequeñas empresas y equipos de investigación. Siendo esta una buena antesala del proyecto BEST, que mueve a 45 compañías farmacéuticas, 60 hospitales y 4 grupos de investigación con el respaldo de 13 comunidades autónomas, en sólo 10 años de trayectoria. Con el resultado preliminar que ya supera el medio millar de proyectos analizados, a través de 2.871 ensa- yos clínicos realizados con la participación de 120.000 pacientes.

Con lo que está descontado que el sector seguirá acumulando éxitos como reducir la mortalidad oncológica en un 20%, en sólo 25 años, y un 37% en patología cardiovascular. Y avances a la vuelta de la esquina como antes fueron hacer que el Sida dejara de ser enfermedad inevitablemente mortal o cómo curar enfermedades antes incurables como la Hepatitis C.

No obstante, Farmaindustria insiste en cada foro al que tiene acceso que el precio de la innovación sigue siendo muy alto. Ya que poner un nuevo medicamento en el mercado supone una inversión de más de 2.400 millones de euros y un tiempo que oscila entre los 10 y los 12 años, con un riesgo de fracaso comercial que sólo salva una molécula para la comercialización de cada 10.000; y que, cuando lo consigue, apenas 3 de cada 10 nuevos productos farmacéuticos ofrece suficiente retorno de la inversión.

Desde estas inquietudes, Farmaindustria puso en marcha hace 12 años, poco antes del lanzamiento de IMI, la Plataforma Española Medicamentos Innovadores, que ha permitido crear un sistema articulado de colaboración público-privada y de fomento del trabajo en red en distintos ámbitos de la investigación biomédica, para ser referente en el campo de los ensayos clínicos. Como acredita su responsable, Amelia Martín Uranga.

Biotecnología para la salud, en aumento

A tenor de todos los expertos ya no es posible imaginar los nuevos abordajes farmacoterapéuticos sin comprender el verdadero papel que va a jugar la biotecnología. Entendida como "la aplicación de los principios de la ciencia y la ingeniería para el tratamiento de materiales orgánicos e inorgánicos por sistemas biológicos para producir bienes y servicios", en definición aportada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Se trata de una actividad en aumento que se concentra principal- mente en el sector de la Salud y la Biomedicina (79,3%), frente a otros sectores como las otras industrias (10,7%), la Agricultura y la Alimentación (0,7%) u otros campos como el Medioambiente, la Biotecnología Marina y otros (9,3%).

En lo que toca a Europa, según Stadista, Biotecnología en Europa, este sector ocupa ya a 170.000 profesionales por contratación directa y genera un total de 700.000 puestos de trabajo indirecto. Esto es posible porque la Biotecnología para la Salud, o Biopharma, disfruta de una tasa de crecimiento que es el doble de las farmacéuticas convencionales. Con una ratio de éxito de las moléculas de base orgánica que también duplica al de las moléculas pequeñas basadas en la química. De forma que, actualmente, cerca del 21% de los fármacos se originan con esta tecnología. Lo que ha permitido que 350 millones de personas en el mundo se beneficien de estas terapias biotecnológicas en múltiples patologías. Con la promesa que suponen las 1.500 nuevas moléculas que se investigan en ensayos clínicos. Con lo que se confirma, igualmente, el vaticinio del doctor Fernando de Mora, profesor de Farmacología de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), cuando afirma que "la biotecnología impulsa una nueva era que conduce a tratamientos más eficaces y selectivos en Medicina. Lo que consolida también un sector clave para la economía del conocimiento, con notables beneficios para los pacientes". Como demuestra, por ejemplo, la capacidad de torcer el curso de enfermedades no suficientemente encauzadas tradicionalmente, como las patologías reumáticas y las autoinmunes. Así como la progresiva contención en la mortalidad por cáncer.

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Autor: IM Farmacias
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