Laura Sánchez de Movellán afronta el futuro con firmeza y entusiasmo. Joven pero muy bien preparada, supo aprovechar lo mejor de sus mayores: "estudio, trabajo e ilusión, esa es mi receta para llegar hasta aquí". Titular de farmacia, lleva 6 años como boticaria después de coger el relevo de su ...
Laura Sánchez de Movellán afronta el futuro con firmeza y entusiasmo. Joven pero muy bien preparada, supo aprovechar lo mejor de sus mayores: "estudio, trabajo e ilusión, esa es mi receta para llegar hasta aquí". Titular de farmacia, lleva 6 años como boticaria después de coger el relevo de su madre, también farmacéutica. "Una vez realicé las prácticas, cursé un máster de farmacología y envejecimiento, además del grado en nutrición".
Cualificación y especialización, esos son los dos ingredientes de estas nuevas generaciones. "Es importante que los jóvenes nos impliquemos todo lo que podamos en organizaciones relacionadas con nuestra profesión. Por eso formo parte de la junta de gobierno del Colegio de Farmacéuticos de Cantabria y de la Asociación Cántabra de Empresarios Farmacéuticos (ACEFAR)".
La sociedad avanza al ritmo que lo hace también la farmacia. "El sistema ha cambiado muchísimo en los últimos años. Se ha producido una evolución tecnológica que ha permitido tener mayor control de pacientes y de tratamientos gracias a herramientas como la receta electrónica, la interoperabilidad, el SEVeM, etc.". Pero la tecnología también ha traído dificultades. "Al igual que nos ha hecho avanzar en este campo, en el de la parafarmacia nos está perjudicando mucho, puesto que las grandes plataformas ofrecen unos precios con los que no podemos competir", se lamenta Laura. Fármacos por debajo del precio de costo que son inasumibles por la botica. "Las cooperativas deberían ofrecer alguna solución para poder ser competitivos en este ámbito".
A pesar de estos cambios, la farmacia se mantiene fuerte y preparada para los nuevos tiempos. "Los servicios complementarios son un aporte necesario, no obstante, hay que tener en cuenta que deben implantarse en función de la farmacia, no todos podemos hacer todo: control de medicación, dermocosmética, homeopatía, SPD, control monitorizado de la tensión arterial, medición de parámetros bioquímicos en sangre, nutrición, óptica, ortopedia... Tenemos que especializarnos según lo que más demanden nuestros pacientes".
Por tanto, más servicios complementarios sí, pero adaptándolos a las características de cada farmacia. "No podemos quedarnos anclados en una dispensación muda, en no hablar con el paciente, no encontrar sus necesidades y no poder cubrírselas, de ahí que los servicios profesionales farmacéuticos sean necesarios".
Otra cuestión que preocupa y mucho: los impagos. "Son insostenibles para la farmacia, ya que si de un alto porcentaje de su facturación no se cobra nada, son mucho mayores los gastos que los ingresos, lo cual es imposible de mantener". A ello se une otra reivindicación: "eliminar o reducir los reales decretos, ya que van a más y la situación está siendo alarmante".
En Cantabria una de las medidas que más está afectado es "la eliminación de la prescripción por principio activo, lo cual hace que la venta de genéricos disminuya y la penetración de nuevos principios activos sea muy escasa. Además, si se tomase esta medida, y los principios activos tuviesen un precio inferior a la marca, también se contendría el gasto farmacéutico".
Un futuro, el de la farmacia, lleno de retos pero también de oportunidades. "Tenemos que adaptarnos a las necesidades que surjan. Tendemos a una farmacia más asistencial y con más servicios para el paciente, que es al fin y al cabo el que más nos importa".
