Purificación Carela regenta junto a su hermana Pilar la botica de la familia. Desde que su tío abuelo inaugurara la tradición, la herencia farmacéutica no ha dejado de crecer. "Nuestra infancia está asociada indisolublemente al olor a botica. Cogimos el relevo de nuestra madre que se jubiló hace 4 años ...
Purificación Carela regenta junto a su hermana Pilar la botica de la familia. Desde que su tío abuelo inaugurara la tradición, la herencia farmacéutica no ha dejado de crecer. "Nuestra infancia está asociada indisolublemente al olor a botica. Cogimos el relevo de nuestra madre que se jubiló hace 4 años con 87 años de edad".
La farmacia situada en el centro de un pueblecito de Teruel, Alcañiz, atiende a personas de diferente perfil y nivel social. "El cliente evoluciona con la sociedad y hoy en día no destaca ningún estrato social concreto, sino que se impone la pluralidad, lo que hace que tengamos una variedad amplia de clientes". Pero, sin duda, la gran transformación de los últimos años ha sido la incorporación de la informática a la gestión. "Cuando comenzamos a trabajar, los pedidos se hacían por teléfono, y en el mostrador podías mirar a los ojos a los pacientes, ahora todo ha cambiado y, si bien es cierto que los avances han traído muchas ventajas, también lo es que se pierde el trato con los pacientes".
Cambios que afectan a la esencia de la farmacia y que tiene que ver con "la falta de tiempo". También afectan otros factores como "la competencia que hay en nuestro alrededor: perfumerías, herboristerías, grades superficies", lo que provoca que el cliente muchas veces "venga a por nuestro consejo, y luego compren el producto o servicio en otro sitio".
Y esto no es baladí si tenemos en cuenta que los servicios profesionales farmacéuticos representan el 30% en la farmacia Carela Quilez. "Nos hemos centrado en nutrición, dermocosmética y línea infantil". Para Purificación son servicios que deben ser remunerados porque "suponen una inversión en medios, conocimientos y personal especializado. Creemos que es una responsabilidad, y, si se hace, se tiene que hacer bien".
A pesar del crecimiento de estos servicios complementarios, la razón de ser de la farmacia sigue siendo el medicamento como explica Purificación: "El presente y el futuro siempre será el medicamento, lo cual no quiere decir que no podamos ofrecer otros servicios relacionados con la salud tanto en prevención como tratamiento".
Lógicamente la atención farmacéutica es junto al medicamento los puntales del sistema, también la cercanía con el cliente. "Debemos mostrarnos cercanos, solícitos y preparados para solucionar las necesidades de salud. Las claves de futuro son la labor asistencial y la empatía con el paciente".
Una de las actuaciones que más afectan a la farmacia rural es la bajada de precios de los fármacos. "Supone un recorte bastante importante en nuestro negocio, de ahí que muchas farmacias de pequeños pueblos presenten una viabilidad comprometida". Un peligro que sin duda repercute en el sistema y ante el que hay que tomar medidas porque "no es bueno recortar en lo que afecta directamente al diagnóstico y al tratamiento del paciente, ya que podemos poner en riesgo la salud de nuestra población".
Estas jóvenes boticarias piensan en crecer, ven el futuro con optimismo y confían en la fortaleza del modelo. Desde Alcañiz se despiden de nosotros no sin antes confiarnos la pasión y la entrega que cada día supone su profesión: "Creemos que nuestra labor en el mundo de la salud puede aportar mucho, ahora y siempre".
