Ganaron un reto de René Furterer. Un grupo formado por una farmacéutica y cuatro auxiliares expertas en dermofarmacia viajaron hasta la capital gala para conocer de primera mano los cuidados del Instituto René Furterer de París. Era un premio por su profesionalidad con los clientes de sus farmacias. Allí disfrutaron ...
Ganaron un reto de René Furterer. Un grupo formado por una farmacéutica y cuatro auxiliares expertas en dermofarmacia viajaron hasta la capital gala para conocer de primera mano los cuidados del Instituto René Furterer de París. Era un premio por su profesionalidad con los clientes de sus farmacias. Allí disfrutaron de un tratamiento de dos horas con productos René Furterer, con masaje capilar incluido, para el que previamente se les realizó un estudio y diagnóstico de su cuero cabelludo y de las raíces de sus cabellos. IM Farmacias les acompañó.
Catherine Chauvin, directora del Instituto René Furterer de París, les recibió. Explicó que este centro se inauguró en 1982 y que su actividad es "el diagnóstico y los cuidados". Insistió en que la filosofía de esta marca de Pierre Fabre es tratar el cuero cabelludo y el cabello. "Es igual que una planta. Para tenerla bonita, hay que tratar el terreno y abonarlo. Nosotros hacemos lo mismo. Para tener un cabello bonito, tienes que cuidar el cuero cabelludo", contó. Afirmó que un error frecuente es sólo tratar el cabello. Por eso, el objetivo de René Furterer, con su Instituto de París, es que los clientes conozcan la importancia de cuidar ese cuero cabelludo. Lo óptimo son los tratamientos globales.
Catherine Chauvin mostró el Instituto al grupo que viajó desde España.
Chauvin indicó que el cabello muchas veces no tiene la misma fisionomía que el cuero cabelludo, que se puede tener un cabello seco y un cuero cabelludo graso. Por eso, en muchas ocasiones habrá que abordarlos de manera diferente. "Para el ritual, es muy importante el primer paso del diagnóstico con la cámara. Miramos muy bien cómo está la raíz del cabello. Si existe caspa, grasa, etcétera", informó. Se hizo un recorrido por los 100 metros cuadrados del centro. Abajo; la recepción, despachos donde se llevan a cabo los diagnósticos y la oficina. Arriba, dos cabinas privadas y la zona de peluquería (hay servicio de peluquería desde el año 2000 porque los clientes lo demandaban).
Todo el ambiente ha sido diseñado de forma armoniosa y eco-responsable. Las cabinas privadas, en la parte que denominan Spa, están pensadas para que sean un espacio de paz y relax, a pesar de estar el Instituto en pleno centro de París. Los sillones son tope de gama y totalmente cómodos. "Te permiten trabajar en una postura muy cómoda a la hora de realizar los masajes", puntualizó la directora. Cuando hay que hacer el ritual en el lavacabezas, los sillones se extienden totalmente. Son cómodos incluso para la nuca.
Normalmente, se recibe a un máximo de cinco clientes de ritual cada día, por su duración. Se trabaja con cita previa, porque lo ideal es haberse pasado sin lavarse la cabeza dos días, sobre todo para los tratamientos de preparación y para el diagnóstico. Éste es el único centro propio de Pierre Fabre en el mundo de estas características. En otros países, hay espacios donde realizan el ritual, como por ejemplo, en los salones de peluquería de Lorena Morlote en Madrid y Marbella (Málaga).
Una de las cabinas privadas con luces LED para un ambiente más relajante.
Al lado del Instituto, hay un centro de formación de René Furterer. Guadalupe Arnal, directora de la marca en España, que hizo de anfitriona del grupo, junto con Tomás García Ramírez, director de Ventas, impartió allí una charla para presentar la reformulación de la gama Absolue Kératine, que llegará en septiembre a nuestro país y cuya misión es "darle una pausa a tu cabello". Es una terapia capilar para efectuar una o dos veces al año. El 84% de las mujeres utiliza de forma regular la plancha o el secador. Sólo el 24% de las mujeres tiene el cabello natural. Cuatro de cada cinco mujeres tiene el cabello estropeado o quebradizo, con puntas abiertas. De ahí, la necesidad de este respiro al cabello.
"Cuando vuelves del verano es cuando tenemos peor el cabello", sostuvo Arnal. A la vuelta, estará Absolue Kératine para ayudar como tratamiento de choque. La reformulación ha logrado un mayor nivel de sensorialidad, un mejor acabado del cabello. "La nueva fórmula no sólo es eficaz a nivel de reparación", matizó. Dejó claro que se ha reformulado toda la gama con fórmulas más sensoriales. Los activos empleados son 100% de origen natural y emblemáticos: Queratina Vegetal (reconstruye la arquitectura del cabello), Biocimentina (consolida la fibra) y aceite de Camelina (nutre y protege la fibra). Los productos no llevan ni silicona ni sulfatos. Su forma olfativa es femenina y sofisticada. El packaging se caracteriza por su color bronce.
La gama Absolue Kératine.
Absolue Kératine está compuesta por dos mascarillas (una para cabello fino y otro para cabello grueso), un champú y una crema. El foco es la reparación del cabello, por lo que si se tiene fino se notará con más cuerpo. Arnal aclaró las diferencias entre las fórmulas actuales y las de la anterior generación. Se han incluido nuevos tensio-activos más suaves, nuevos acondicionadores desenredantes y nuevos conservantes.
"El consumidor quiere verse el cabello bien y con resultados desde el primer lavado", manifestó Arnal. Por ejemplo, en el champú, los nuevos componentes son Coco Glucoside, Caprylyl Glycol y Guar. Se han eliminado Decyl Glucoside, Phenoxyethanol y PQ10. En la crema de belleza reparadora no se ha quitado el Phenoxyethanol porque una concentración al 1% es segura en todos los productos cosméticos, incluidos los de bebé. En definitiva, se ha intentado que toda la fórmula sea clean-beauty y estén adaptadas a las tendencias actuales del mercado. "Hemos conseguido que el resultado sobre el cabello de un producto que ya era eficaz guste más", concluyó Arnal. Mostró la excelente penetración de la Biocimentina y de la Queratina Vegetal en todo el espesor del cortex a través de fluorescencia.
FOTO PRINCIPAL: De izda. a dcha.: Guadalupe Arnal y Catherine Chauvin.
