Se estima que 9 de cada 10 niños han sufrido alguna otitis antes de cumplir los 5 años, convirtiéndose en una de las causas más frecuentes para visitar el pediatra. A partir de esta edad, la incidencia disminuye, por lo que durante estos primeros años es de especial importancia cuidar ...
Se estima que 9 de cada 10 niños han sufrido alguna otitis antes de cumplir los 5 años, convirtiéndose en una de las causas más frecuentes para visitar el pediatra. A partir de esta edad, la incidencia disminuye, por lo que durante estos primeros años es de especial importancia cuidar del oído del pequeño para prevenir posibles infecciones.
En verano, el riesgo de sufrir una otitis aumenta debido a los baños en el mar o la piscina. El agua o el cloro pueden inflamar o causar micro lesiones en las paredes del conducto auditivo, que provocarán la entrada de microorganismos, como bacterias y hongos, causantes de la otitis. Los síntomas más comunes de esta infección son dolor, sensación de picor, fiebre y, en algunos casos, secreciones de coloración verdosa cuando la inflamación es más avanzada. A pesar del malestar, no es una infección grave y en la mayoría de los niños que la sufren, no provoca consecuencias a largo plazo.
Con el tratamiento adecuado, en función del causante de la infección, la otitis estará curada en un plazo inferior a dos semanas. No siempre son bacterias las causantes de la infección, por lo que es recomendable consultar siempre con un especialista que determine el origen y el tratamiento más adecuado. De forma adicional, como complemento al tratamiento o para ayudar a aliviar los síntomas, existen en el mercado algunos preparados óticos a base de ingredientes de origen natural que permiten eliminar el exceso de cerumen, aliviar los síntomas y combatir la inflamación.
Otibon, de Laboratorios Ordesa, aconseja tomar algunas medidas sencillas durante los meses de verano para que la otitis no arruine nuestras vacaciones. Como prevención, es importante secar siempre los oídos con cuidado al salir del agua. Nunca se ha de usar bastoncillos, ya que podríamos dañar el conducto auditivo e introducir más profundamente la suciedad, además la cera actúa como protección por lo que sólo se ha de retirar el exceso.
Una vez ya ha sido tratada la infección se recomienda evitar el contacto con el agua durante un tiempo, ya que la piel de la zona es demasiado sensible y se podría favorecer la aparición de una nueva infección. Para ello, se pueden utilizar tapones especiales de silicona, realizados a medida en un centro auditivo en caso de que sea necesario, que nos ayudarán a que el niño pueda seguir disfrutando de las vacaciones sin renunciar a un chapuzón. También se puede continuar utilizando un preparado ótico que reduzca el malestar y la inflamación en aquellas situaciones que lo requieran.
Otibon, un aliado natural para cuidar los oídos
Otibon de Laboratorios Ordesa es un spray ótico que ofrece un complemento al fármaco de prescripción para mejorar las vacaciones a los más pequeños. Ayuda a aliviar el dolor de oído, facilita la eliminación del exceso de cerumen en el canal auditivo y puede actuar como tratamiento complementario a la terapia con fármacos, como los antibióticos.
Está elaborado a base de extractos y aceites de plantas, ingredientes de origen natural, que poseen propiedades analgésicas, antiinflamatorias, antibacterianas, calmantes y antiedematosas. El aceite de oliva es su componente principal, que se ha utilizado tradicionalmente para la expulsión de tapones, y cuenta con la acción del aceite de ajo, que posee demostrados efectos antibióticos.
El spray Otibon incluye una combinación de plantas como el gordolobo, muy valorada por sus propiedades antisépticas; la caléndula que con sus efectos antiinflamatorios y antiedematosos ayuda a reducir los síntomas; y el hipérico, la lavanda y el extracto de romero que alivian el dolor y contribuyen a la disminución de la inflamación.
