Desde Farmaindustria, que agrupa a la mayoría de los laboratorios farmacéuticos innovadores establecidos en nuestro país, destacan que su fin es trabajar para los pacientes. Javier Urzay, su subdirector general, declara en ese sentido que sus socios viven "para investigar y desarrollar nuevos medicamentos para ponerlos a disposición de lo ...
Desde Farmaindustria, que agrupa a la mayoría de los laboratorios farmacéuticos innovadores establecidos en nuestro país, destacan que su fin es trabajar para los pacientes. Javier Urzay, su subdirector general, declara en ese sentido que sus socios viven "para investigar y desarrollar nuevos medicamentos para ponerlos a disposición de lo spacientes". Lo hacen, además, colaborando con el Sistema Nacional de Salud "para que se pueda financiar y sea sostenible".
Dice que el pasado fue un buen año, que los resultados fueron positivos. Según sus datos, su mercado creció en torno al 4%. Pone el foco en que el suyo es uno de los grandes sectores innovadores, que encarnan a un sector estratégico para la sociedad. "Representamos el 20% de la investigación en el sector industrial y el 25% tanto de la producción como de la exportación de alta tecnología del país", indica. Constituye asimismo una fuente de empleo cualificado, estable y diverso.
Urzay detalla los tres grandes objetivos de Farmaindustria: "La innovación, la sostenibilidad y el sector como oportunidad para el país". Desde el punto de vista de la innovación, su meta principal es "facilitar el acceso de los pacientes a la innovación de una forma sostenible". Considera que la innovación es un elemento clave. "No es un problema, sino que es la solución para hacer un sistema sanitario cada vez mejor y más eficiente", matiza. "Como somos un sector tan potente, pensamos que somos una buena oportunidad para el país", añade. Insiste en que aportan a España el valor que poseen los medicamentos por sí mismos y el valor como sector económico. Personifican una parte relevante del PIB.
Un momento de incertidumbre
Le preguntamos por los asuntos más relevantes para la industria farmacéutica de los últimos meses. Urzay asevera que estamos viviendo en un momento de bastante incertidumbre. "Eso está condicionando mucho a las compañías", subraya. Menciona que hay incertidumbre a nivel internacional, por la relación comercial entre EE UU y China, que afecta al contexto económico internacional, y cierta sensación de estancamiento en Europa. "Hay condicionantes de tipo externo que introducen incertidumbre, aparte del Brexit o la formación del nuevo Parlamento Europeo. La incertidumbre no es el mejor escenario para desarrollar el trabajo", comenta.
Respecto a España, están las dificultades para constituir un nuevo Gobierno, tras las últimas elecciones generales, y el informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), con medidas para la estabilidad que para Farmaindustria son "preocupantes". El subdirector general asegura que desean colaborar con el nuevo Ejecutivo para evaluar la situación e intentar que el marco sea "lo más favorable y predecible a la innovación".
¿Cuál es la postura de Farmaindustria si se diseña un sistema de subastas a nivel nacional, tal y como propone la AIReF? Contesta que ésta "ha tenido un enfoque muy centrado en ver el medicamento como un gasto y no como una inversión". Expone que el objetivo del informe Evaluación del gasto de medicamentos dispensados a través de receta médica es cómo poder recortar el gasto. "Nosotros creemos que hay espacio para la eficiencia. Pero, tanto el diagnóstico como las recomendaciones que hace son bastante mejorables. La AIReF habla de que en España se consumen muchos menos genéricos que en otros países de la Unión Europea. Entonces, establece que por eso hay espacio para un mayor ahorro. Aquí, el 82% de las prescripciones del mercado de Oficina de Farmacia que se consume corresponde a productos que están en precios de referencia. Es decir, a precio de genérico", argumenta. La ley obliga a las marcas a bajar el precio al genérico si quieren seguir financiadas por el sistema público.
A juicio de Urzay, "a efectos de ahorro, no es relevante el consumo de genéricos sino de productos a precio de genérico, ese 82%". Defiende que el que los genéricos incrementaran su cuota de mercado no iba a aportar ahorros al sistema. Igualmente, alega que ese 82% es perfectamente equiparable a los datos de Reino Unido o de Alemania, que se mencionan en el informe como ejemplos. Por otro lado, en Farmaindustria creen que los expertos de la AIReF "no entienden bien cuál es el ciclo de vida del medicamento innovador". Urzay critica que "se plantean medidas para revisar permanente los precios de los medicamentos innovadores cuando realmente los productos innovadores, justo en los primeros años, en los de consolidación, segundo y tercer año, es cuando empiezan a poder demostrar sus verdaderas cualidades y se incorporan a la práctica clínica". Por tanto, si un producto es exitoso, es porque produce buenos resultados clínicos. Por ello, "castigarle bajándole el precio porque consigue buenos resultados es castigar al innovador".
El subdirector general de Farmaindustria opina que eso no sería una política acertada, que al innovador hay que agradecerle su aportación y premiarle para que siga haciendo innovación. Admite, eso sí, que, cuando cae la patente, tiene que haber competencia. Reconoce que "ahí es cuando el discurso de la competencia es mejorable".
Hace hincapié en que hay alternativas bastante factibles a las subastas de medicamentos, "como los precios seleccionados o incluso regular el tema de los descuentos, para que una parte revierta en el sistema". Puntualiza que "hay que mantener al canal, a los farmacéuticos y a los distribuidores una capacidad de negociación, porque forma parte de su actividad económica".
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