La Cooperativa Farmacéutica de Cuenca, Cofarcu, tiene el 91,7% de su almacén automatizado a pesar de ser una de las cooperativas más pequeñas de España. Optimización del espacio, baja y media rotación de productos y cumplir con la Normativa Europea SEVEM son los tres pilares sobre los que se ha ...
La Cooperativa Farmacéutica de Cuenca, Cofarcu, tiene el 91,7% de su almacén automatizado a pesar de ser una de las cooperativas más pequeñas de España. Optimización del espacio, baja y media rotación de productos y cumplir con la Normativa Europea SEVEM son los tres pilares sobre los que se ha asentado la decisión de implantar un sistema BD Rowa™ en sus instalaciones.
"A pesar del nivel de automatización que tiene la cooperativa, estamos muy orgullosos porque, no sólo no ha disminuido el nivel de empleo sino que hemos conseguido aumentarlo con perfiles profesionales de alta cualificación", ha explicado Luis Miguel García Alegría, gerente de COFARCU.
Tal y como relatan desde BD Rowa, Cofarcu se enfrentaba a tres retos: por un lado el envejecimiento de la población suponía tener que almacenar cada vez más volumen de productos que ocupaban mucho espacio. Los productos de baja y media rotación, entonces, necesitaban ser reubicados para dejar lugar a este tipo de categoría. Por otro lado, para el cumplimiento de la Normativa Europea, SEVEM, que obliga a dispensar primero los productos que vienen devueltos de las farmacias, suponía un problema de control que también había que automatizar.
BD Rowa ofrece una solución adaptada a las características de un almacén de distribución a través de un sistema de almacenamiento y dispensación automatizado con un búfer de pedidos conectado al sistema que soluciona las tres premisas que requería esta cooperativa farmacéutica.
El sistema elegido ha sido Rowa Vmax™, que permite automatizar los productos de baja y media rotación, además de clasificarlos en dos zonas dentro del sistema. En una zona están los productos de mayor peso que se dispensan por una salida de entrega manual, evitando que "caigan" encima de productos más sensibles, y en otra los productos de medidas y peso más estandarizadas que se dispensan a una estación de búfer de pedidos. Cuando la cubeta llega a la salida correspondiente, el sistema ya ha leído el código y puede dispensar cada producto en su cubeta correspondiente.
