La importancia de la rapidez de acción de un tratamiento para el dolor va más allá de aliviar el dolor. Existen numerosos datos y evidencias clínicas que sustentan la afirmación de que la rapidez en la instauración de la analgesia, es esencial para evitar los procesos de sensibilización y plasticidad ...
La importancia de la rapidez de acción de un tratamiento para el dolor va más allá de aliviar el dolor. Existen numerosos datos y evidencias clínicas
que sustentan la afirmación de que la rapidez en la instauración de la analgesia, es esencial para evitar los procesos de sensibilización y plasticidad neuronal que siguen a toda señal dolorosa, y que son responsables de las reagudizaciones en el mismo o del mantenimiento del dolor de forma permanente. De hecho, el espacio de tiempo que se tarda en controlar el dolor, es directamente proporcional al aumento del riesgo de permanencia de la sensación dolorosa.
Es por ello que es importante que el tratamiento sea lo más rápido y precoz posible, ya que la eficacia analgésica siempre será mayor. Cuando una persona tiene un problema de salud leve, con frecuencia primero acude a consultar al farmacéutico, que puede hacer una intervención en patologías menores y que le asesorará sobre las dudas que tenga y en caso necesario derivará al médico. La farmacia asistencial es un establecimiento sanitario siempre cercano.
Gracias a la "Atención Farmacéutica", el farmacéutico ejerce una participación activa en la asistencia al paciente en la dispensación libre del fármaco y seguimiento del tratamiento, cooperando con otros profesionales sanitarios a fin de conseguir resultados que mejoran la calidad de vida del paciente.
En el tratamiento del dolor y en concreto en el dolor Agudo, se reconoce un papel fundamental a los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). De hecho son considerados una opción de primera línea en el tratamiento del dolor agudo de intensidad leve a moderada, la fiebre y la inflamación.
Pero los AINE son moléculas altamente lipofílicas y escasamente solubles en agua, lo que dificulta la absorción de los mismos.
Entre los parámetros relevantes asociados a la absorción, destaca la solubilidad. Factor que va a condicionar, la velocidad de absorción y la biodisponibilidad de fármaco administrado. De ahí la importancia de modificar la velocidad de disolución de los AINE. Dentro de este grupo de fármacos, se considera al Ibuprofeno como un analgésico de referencia.
Fármaco pionero- asociación Ibuprofeno-Arginina
Zambon cuenta con una larga tradición de innovación y desarrollo en el campo de las terapias analgésicas. En este sentido, la asociación Ibuprofeno-Arginina ha sido pionero desde su descubrimiento. Gracias a esta combinación, Espididol® triplica la rapidez de absorción, presentando concentraciones analgésicas y antiinflamatorias a partir de los 5 minutos lo que mejora la eficacia analgésica y anti- inflamatoria versus el Ibuprofeno estándar. Además, aporta mayor seguridad, reduciendo en un 25% los efectos secundarios frente al Ibuprofeno solo y con la misma duración de efecto.
El Ibuprofeno es un derivado del ácido propiónico escasamente solu-ble en agua, presentando una escasa solubilidad en agua en medio ácido. Se absorbe a nivel gastrointestinal, alcanzando la concentración plasmática máxima entre 1,5 horas de su administración oral.
La mejora o incremento de la solubilidad del Ibuprofeno para favorecer la absorción, se puede lograr mediante la formación de una sal o bien mediante la inclusión en la formulación de agentes modificadores del ph. La Arginina es un aminoácido altamente soluble, y asociado al Ibuprofeno aporta importantes ventajas en el abordaje del dolor. La presencia de L-Arginina y su tipo de unión al Ibuprofeno favorece la absorción del ibuprofeno al aumentar la solubilidad en el agua y en soluciones ácidas.
Gracias la Arginina se logran concentraciones plasmáticas en menor tiempo y más elevadas. Como indicador de la máxima velocidad de absorción, es importante resaltar que a partir de los 5 minutos después de la administración de una dosis de 400 o 600 mg de Ibuprofeno- Arginina, la concentración es más que suficiente para producir analgesia, hecho que no ocurre con ibuprofeno estándar hasta los 30 min después de su administración.
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