Bajo el título Perspectiva e Instrumentos de Medida de Resultados en Salud se ha celebrado la mesa redonda que ha puesto punto y final al segundo Encuentro de Expertos en Gestión Sanitaria y Economía de la Salud. Un evento en el que se han abordado temas candentes como los nuevos ...
Bajo el título Perspectiva e Instrumentos de Medida de Resultados en Salud se ha celebrado la mesa redonda que ha puesto punto y final al segundo Encuentro de Expertos en Gestión Sanitaria y Economía de la Salud. Un evento en el que se han abordado temas candentes como los nuevos modelos de compra de medicamentos, sobre todo de alto impacto; los efectos del programa de armonización de medicamentos de uso hospitalario en el entorno del CatSalut implantado en Cataluña en el año 2010; la urgente necesidad de implantar tecnologías digitales -blockchain, big data e inteligencia artificial- en la gestión sanitaria, especialmente en el registro automático de fármacos hospitalarios; contar con guías detalladas y actualizadas que faciliten la relación coste-efectividad de los medicamentos influenciada, en numerosas ocasiones, por el grado de incertidumbre de los mismos y cómo gestionar el presupuesto sanitario para saber dónde invertir o no los recursos económicos, entre otros.
Valor e innovación desde una perspectiva social
La mesa redonda, moderada por Juan Oliva Moreno, profesor del departamento de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Castilla La Mancha, ha contado con la participación de los siguientes ponentes: Miguel Ángel Casado, director de Pharmacoeconomics & Outcomes Research Iberia (PORIB); Dr. Jordi Alonso Caballero, director del Programa de Investigación en Epidemiología y Salud Pública, IMIM-Instituto Hospital del Mar de Investigación Médica y Dr. Jaume Notario Rosa, dermatólogo del Hospital Universitario de Bellvitge. Oliva ha instado a trasladar los conceptos de valor e innovación fuera de entornos empresariales, centrados hasta ahora en cambios y mejoras significativas de productos, servicios, procesos o fórmulas de comercialización. "Los manuales al uso deberían valorar el aspecto social de la innovación. Es decir, la generación de valor comunitario, utilidad y bienestar para una parte o el conjunto de la sociedad", ha introducido. También cree que se está avanzando en la creación de marcos destinados a la interpretación del impacto de las innovaciones sanitarias, centrados en la investigación y desarrollo de productos, aunque las autoridades públicas se ven superadas por los acontecimientos. Organismos regulatorios que van diez pasos por detrás de la medicina avanzada en terapias génicas, celulares o inmunoterapéuticas.
Miguel Ángel Casado ha invitado, entre otras reflexiones, a hablar menos de gasto sanitario y más de inversión en salud. Los umbrales de eficiencia deben ser flexibles y dinámicos y se deben actualizar periódicamente, cosa que no se hace. Estos umbrales establecen unos valores de referencia a partir de los que realizar el análisis de coste-efectividad, método referente para maximizar los resultados en salud a partir de los recursos disponibles. La fijación de dichos umbrales, por parte de decisores políticos involucrados con otros agentes, se debe basar en la gradualidad y la transparencia. "El problema no es la determinación de las cifras exactas de dicho umbral; más bien si el sistema nacional de salud está preparado, o dispuesto a implantar, un modelo basado en el pago por valor. Ese modelo debe contribuir a la toma de decisiones financieras gradual y también a mejorar la previsibilidad, la consistencia y la transparencia en el proceso", ha explicado. Casado ha recordado que muchas veces los umbrales han sido explícitos, aunque ni valorados ni justificados de forma adecuada: "Lo importante es ese consenso político, social y sanitario alrededor de esos umbrales que ni siquiera se han sometido a debate".
Indicadores de resultados clínicos disruptivos
Por su parte, el Dr. Jordi Alonso ha disertado sobre diferentes medidas de resultados clínicos, centrándose sobre todo en los Patient-Reported Outcome (PROs), nombre que reciben los informes sobre calidad de vida que provienen directamente de los pacientes, según la FDA. "Los PROs ponen de manifiesto que la calidad de vida está muy relacionada con la percepción de salud, a partir de características individuales, pero también ambientales o sociales, no con aspectos clínicos. Y la calidad de vida sigue siendo un factor de alto valor predictivo, como la mortalidad, el uso de servicios y el gasto sanitario", ha argumentado. Otros indicadores son los PROM (conjunto de PROs) y PREM que miden la percepción acerca de la atención sanitaria. "No sé porque cuesta tanto la implantación de los PROs en el discurso sobre la eficiencia, pero facilitan información válida y fiable para su uso individual o en grupo. Su impacto en la atención clínica es positivo y facilita la transparencia en la gestión y evaluación de los proveedores", ha afirmado.
La sesión ha tratado elementos concretos que se pueden trasladar a los ámbitos de la gestión y la innovación, la evaluación económica y el análisis del marco presupuestario, pero también al sector clínico, a través de los PROs, los PROMS y los PREMS. El congreso se ha clausurado de la mano de Natàlia Pascual Argenté y Jaume Puig-Junoy, quien ha emplazado a los asistentes a la próxima edición. El mensaje de este año es muy claro: si bien los recursos son limitados, se debería maximizar el resultado obtenido desde la perspectiva de la salud y el bienestar de todos.
