Después de terminar la carrera en la Universitat de Barcelona, María Torres trabajó en diversas boticas de la ciudad condal hasta que en el año 1997 le concedieron la licencia de apertura de una nueva oficina de farmacia en la población de Sta. Gertrudis, en Ibiza. "Los comienzos fueron difíciles, ...
Después de terminar la carrera en la Universitat de Barcelona, María Torres trabajó en diversas boticas de la ciudad condal hasta que en el año 1997 le concedieron la licencia de apertura de una nueva oficina de farmacia en la población de Sta. Gertrudis, en Ibiza. "Los comienzos fueron difíciles, aunque esas dificultades se salvaron con mucha ilusión y ganas de trabajar. Recuerdo esos primeros años con mucho cariño, todo el que me mostraron los habitantes de dicha localidad".
Entusiasta e innovadora, tiene muy presente la idea de servicio público. "Es un sentimiento que tengo muy arraigado, por eso siempre digo que trabajar en una oficina de farmacia debe ser muy vocacional, aunque también hay que realizar una tarea relevante de gestión de empresa".
Una actividad bonita y recompensante que a veces se ensombrece por la falta de confianza entre los profesionales sanitarios. "La relación médico-farmacéutico debería primar por encima de toda la burocracia que la frena si queremos una buena atención sanitaria para los ciudadanos. Además, tenemos que confiar más unos en los otros, no vernos como intrusos, sino como colaboradores".
Y esto es fundamental en el entorno rural. "Desarrollo mi labor en Sta. Gertrudis, una pequeña población en el centro de la isla de Ibiza. Aquí sufrimos especialmente la crisis que aún arrastra sus secuelas: los medicamentos siguen bajando de precio en cada revisión y nuestros beneficios bajan a la par", asegura María con preocupación.
A ello se unen otros problemas como que "la sanidad pública en Baleares, y especialmente en Ibiza, recibe pocos recursos económicos, o que los médicos tienen un número muy elevado de pacientes". Además, los recortes sanitarios "dejaron sin cobertura a muchos extranjeros y personas vulnerables".
Para contrarrestar estos efectos el sector, apuesta por la profesionalidad de una farmacia asistencial. "Tenemos que estar al día, bien informados y formados para los cambios que se avecinan". Y la variable `precio´ ¿cómo influye en este modelo? "España tiene los precios del medicamento más bajos de toda Europa. Esto crea algún que otro problema de desabastecimiento a mi entender".
Ante esta coyuntura ¿cómo asegurar el futuro? "Más y mejor atención personalizada. Desde nuestra farmacia lo que intentamos es empatizar con nuestros clientes, escucharlos, asesorarlos. Es algo más que el simple hecho de vender. Se necesita tiempo para atender bien, personal formado".
La botica de María dispensa principalmente fármacos, aunque también dispone de una amplia gama de productos de dermocosmética, ortopedia, fitoterapia, homeopatía y fórmulas magistrales, por ejemplo. "Considero que estos servicios deben ser cobrados. Si hablamos de preparar SPD, realizar test lipídicos, glucémicos, no creo que tengamos dudas en valorarlos".
Por tanto, más profesionalidad y diversificación en las prestaciones. "Estoy segura de que la sostenibilidad de la oficina de farmacia pasa por mantener la profesionalidad en el sector. Tener presente siempre que hablamos de medicamentos como elemento de trato, por lo que no podemos regirnos por las mismas normas que otros comercios". En este sentido, la administración debería velar por defender el modelo de oficina de farmacia, "ya que la labor que se realiza en ellas repercute de manera muy beneficiosa en la salud de la población".
