Marc Bernat supo desde siempre que quería ser farmacéutico. Cuando falleció su padre heredó la botica de origen familiar: "Fue todo un reto, ahora me siento muy satisfecho. Lo primero que tuve que hacer fue acometer la informatización de la farmacia". Adaptarse a los nuevos tiempos como premisa para estar ...
Marc Bernat supo desde siempre que quería ser farmacéutico. Cuando falleció su padre heredó la botica de origen familiar: "Fue todo un reto, ahora me siento muy satisfecho. Lo primero que tuve que hacer fue acometer la informatización de la farmacia". Adaptarse a los nuevos tiempos como premisa para estar al día. Enamorado de su profesión, lo que más le gusta es "solucionar los problemas de salud que se les presentan a mis clientes siempre dentro de nuestro ámbito de competencias". Y lo que más echa en falta: "Medidas que nos permitan ampliar nuestro margen de actuación".
Su farmacia está ubicada en una zona céntrica de Palma de Mallorca, y a ella acude gente de paso. "La situación actual de la farmacia es bastante delicada, la crisis nos enseñó que cuando se trata de recortar en gastos somos un objetivo prioritario, y eso repercute en la salud de la población en general". Efectos no deseados si queremos preservar los niveles de salud de la sociedad.
Al margen de las decisiones de la administración el sector se reinventa cada día con el fin de dar respuesta a los retos de futuro. "Los mayores cambios se han producido en la incorporación de las nuevas tecnologías, aunque nuestra labor sigue siendo la misma". Esto es, "la forma de ser de los farmacéuticos continúa siendo excesivamente individualista, donde cada uno hace la guerra por su cuenta", asegura nuestro protagonista, y añade: "No estaría mal si actuásemos más de forma conjunta, porque el enemigo no es nuestra farmacia más cercana, sino los otros canales, en especial internet y los nuevos hábitos de compra de la gente".
Por tanto, la solución no está en bajar los precios, sino en "una mejor atención al público y una mayor especialización". En este sentido, Marc no cree que su farmacia deba distinguirse del resto, "tenemos que diferenciarnos por dar un servicio excelente a la sociedad, cuestión que por desgracia no siempre sucede".
En su caso, la facturación de venta libre es bastante superior a la de seguro. "Nos hemos especializado en dermofarmacia y en dietética. Por supuesto que considero que algunos servicios tienen que ser remunerados, de lo contrario no tendría sentido".
Para preservar las cuentas de la botica Marc apuesta por ampliar el margen de actuación ofreciendo al público soluciones a los distintos problemas de salud y evitando así que las busque en otros canales. "El problema de la sostenibilidad de la farmacia -con continuos recortes en el precio de los medicamentos- es algo que nos debería preocupar a todos".
Y hablando de recursos ¿qué opinión le merece el copago? "No considero justo que los medicamentos tengan que tener el mismo coste para todos los pensionistas. Es evidente que las pensiones más bajas deben acceder de forma gratuita a ellos, pero a medida que sube el importe de la pensión, debería subir la aportación que se hace". El objetivo final es que el sistema de salud sea sostenible "teniendo siempre en cuenta que la esperanza de vida aumenta y que el número de pensionistas aumentará de forma muy considerable en los próximos años".
