"La Administración no parece estar por la labor de mantener la farmacia tal y como la conocemos"

Fernando Peguero lleva más de 20 años en la profesión. Tiempo que le ha bastado para conocer de cerca cómo ha cambiado el modelo de farmacia en las últimas décadas. "Llevo más de 20 años de profesión farmacéutica en los que he pasado por varios puestos relacionados con ella. Primero como farmacéutico adjunto en diferentes farmacias de la provincia de Badajoz, y posteriormente haciendo sustituciones como farmacéutico de atención primaria en diferentes centros de salud de Extremadura".

Desde entonces Fernando atiende a su clientela como si fuera el primer día, con entrega y amor por la profesión. Nos lo cuenta desde su farmacia en Benzú, la única pedanía que posee Ceuta, donde lleva 11 años. "La botica está retirada del centro de la localidad unos 7 kilómetros, por lo que se puede considerar farmacia rural. Por ello es una farmacia en la que los clientes son del barrio, teniendo poca afluencia de público del centro".

Farmacia que, sin duda, ha experimentado los cambios del momento. "El modelo de farmacia se mantiene a duras penas, pues las transformaciones de los últimos tiempos son constantes, y con muy pocas perspectivas para el modelo de farmacia mediterránea", lamenta, y añade: "La Administración no parece estar por la labor de mantener la farmacia tal y como la conocemos, siendo incluso uno de los modelos más respetados a nivel mundial".

Pero, ¿qué hacer al respecto? "Creer y luchar por el futuro de la farmacia, que promete mucho, siempre y cuando se reconozca la labor que desempeñamos las oficinas de farmacias dentro del modelo y del sistema nacional de salud". Cierto es, y aquí entra otra de las incógnitas ¿cómo mejorar los servicios al paciente y ciudadano? Fernando nos responde: "La solución pasa por una apuesta multidisciplinar en el ámbito de la salud en la que todos los sanitarios implicados en el bienestar del paciente estemos en comunicación, con el fin de lograr una mejor labor asistencial".

Nos interesa conocer qué hace él desde su oficina de farmacia rural situada en una pedanía de Ceuta. "Mi farmacia es mixta en cuanto a ventas de medicamentos con receta médica y productos OTC y parafarmacia, siendo esta última la que estamos intentando potenciar desde hace algún tiempo. Dentro de esta apuesta en servicios, llevamos elaborando ya desde hace un tiempo, por ejemplo, los SPDs".

Por tanto, mayor potencialización de servicios especializados como la cosmética o la dermofarmacia para concebir la botica como un centro de salud integral más que como un mero dispensador de fármacos. "Nosotros ofrecemos sesiones formativas y talleres para nuestros clientes; también estamos introduciendo información y contenidos a través de las RRSS".

Pero, para ello, es clave la formación. "La preparación del equipo es fundamental para la mejora y aprovechamiento de la oficina de farmacia, es el caso del curso superior en dirección de oficina de farmacia o el de especialización en ortopedia". Toda esta formación acumulada se traduce en los servicios profesionales farmacéuticos, por supuesto, deben ser remunerados porque "siempre van acompañados de algún consejo profesional poniendo en valor precisamente dichos servicios, y diferenciándolos de los que no lo son". Todo ello en medio de severos recortes que han afectado a la botica. "Se han cebado con la farmacia. Esto es especialmente preocupante en farmacias como la mía que somos de baja o media facturación, y que ataca directamente a la gestión personal que cada uno hacemos de nuestro negocio, sobre todo en las compras".

El futuro, por tanto, está "en la integración de las oficinas de farmacia en el sistema de salud de una manera más proactiva pasando por el reconocimiento a nivel de la administración del gran potencial de la red de oficinas de farmacia siendo en la mayoría de los casos el primer filtro en la detección precoz de síntomas menores y otros de mayor envergadura".